Bajo la misma estrella

Bajo la misma estrella: Jóvenes con los días contados

Bajo la misma estrella. Josh Boone logra hablar de temas importantes con naturalidad, sin discursos grandilocuentes ni moralina

Hazel, una adolescente encantadora, tiene cáncer y va a todas partes con su mochila de oxígeno; es un milagro que haya alcanzado los 17 años, desde niña el dolor y las operaciones han sido una constante en su vida. En una reunión de su grupo de ayuda -al que acude por complacer a su madre- conoce a Gus, de 18 años, que ha acudido para acompañar a un amigo. Gus tuvo cáncer pero está curado, o eso cree. Hazel y Gus se hacen amigos, luego novios, sueñan con viajar, con hacer cosas grandes… pero no olvidan que la muerte les acecha.

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Josh Boone (Un invierno en la playa) realiza una obra interesante, casi notable, por las razones siguientes. Se atreve a hablar del sentido de la vida, la trascendencia, el sufrimiento, la muerte, Dios, el compromiso, y logra hacerlo con naturalidad, sin discursos grandilocuentes ni moralina. Otros han realizado recientemente películas igualmente serias sobre el mismo tema y han fracasado en taquilla: Cartas a Dios, Vivir para siempre… Josh Boone, como antes Un paseo para recordar, a costa de/gracias a una historia de amor adolescente -bastante bien llevada- logran dar su mensaje y ganarse al público. No está mal.

En el romance hay excesiva miel, el tratamiento de los padres es superficial, pero los diálogos entre los jóvenes son muy interesantes.