Blanca como la nieve, roja como la sangre: El tiempo del amor

Blanca como la nieve, roja como la sangre | Leo es hijo único, tiene dieciséis años, estudia -no estudia- primero de bachillerato y se cree especial. Leo clasifica las emociones por colores; el blanco es malo, el rojo es maravilloso, el azul es bueno. La vida en el instituto transcurre sin problemas en compañía de sus amigos Nico y Silvia, hasta el día en que se enamora locamente de Beatriz, belleza inalcanzable de un curso superior, y luego ella deja de venir a clase. Esta historia, basada en  la novela homónima, a la que es bastante fiel, cuenta dicho enamoramiento, y cobra interés en el momento en que Leo descubre que el amor es mucho más que sentirse a gusto con alguien.

Blanca como la nieve, roja como la sangre resulta una bocanada de aire fresco en el llamado cine de adolescentes, que suele adquirir formas grotescas, deformes de la realidad: la de falsos adolescentes, adultos disfrazados, tratando temáticas de mayores; o la de simples delincuentes juveniles con ganas de drogas, sexo y rock’roll, con poco de juveniles. El caso presente cuenta una historia de adolescentes que lo son y lo parecen. Leo, protagonista y narrador no es interesante, aunque lo crea y pretenda; es un adolescente vanidoso y cargante. Sólo sus amigos saben que, en realidad, vale más de lo que parece; y también ese profesor nuevo que logra calarlo. Ese profesor y Silvia son los personajes más interesantes de la historia, le dan profundidad y la hacen avanzar con paso seguro.

Giacomo Campiotti, que se autodefine como un eterno Peter Pan, retrata con acierto la ligereza, inconstancia y alegría de los quinceañeros, y se atreve a tratar con ellos temas tan serios como el amor, el dolor, la enfermedad, el sentido de  la vida y la muerte. Su técnica también es ligera y algo televisiva, grabaciones con equipos sencillos, cámara al hombro, planos reiterados desde el mismo lugar, y repetición de situaciones, pero es una tecnica que sienta bien a esta historia y estos jóvenes.

No estamos ante una obra maestra, hay secuencias maravillosas, otras que no lo son tanto; el protagonismo de Filippo Scicchitano (Leo) a ratos lastra la película con su actitud y su sonrisa cargante, pero va en su papel. Cinta interesante, amena, positiva, que siempre va a más y que cuenta con una banda sonora de Andrea Guerra y del grupo Modá, notable.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Fabrizio Lucci
  • Montaje: Alessio Doglione
  • Música: Andrea Guerra
  • Duración: 106 min.
  • Distribuidora: European Dreams
  • Público adecuado: +12 años
  • Estreno en España: 10.10.2014

Bianca come il latte, rossa come il sangue. Italia, 2013

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Reseña
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Historiador y filólogo. Miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos. Ha estudiado las relaciones entre cine y literatura. Es autor de “Introducción a Shakespeare a través del cine” y coautor de una decena de libros sobre cine.