El francotirador: Un narrador con mucho oficio

Eastwood tiene 84 años, y afrontar con esa edad una película como la que nos ocupa tiene dificultades evidentes. Por explicarlo con sencillez y brevedad, es mucho más «fácil» -desde el punto de vista del trabajo de un director que maneja la preproducción, producción y posproducción de una película- hacer Gran Torino. Y he escrito fácil entre comillas, porque Gran Torino es una obra maestra y El francotirador no lo es.

El francotirador, más allá del tema, de la historia y el tratamiento, de los que me ocuparé en breve, me llama poderosamente la atención por el talento que conserva Eastwood, por el instinto narrativo que tiene este tipo al que muchos llaman uno de los grandes directores-autores vivos del cine americano.

La película gustará más o menos pero, a mi juicio, no se le pueden poner pegatinas de facilona, patriotera, propagandística, comercial, etc, etc. Bueno, poder, poder, se pueden decir esa y otras muchas sandeces que proceden de prejuicios inamovibles y del escaso conocimiento del lenguaje cinematográfico, de la historia, del ejercito y de su dependencia del poder político.

American Sniper es eso, la historia de un americano con un rifle, un tirador de élite. Un tipo que cumple órdenes y que han entrenado para hacerlo. Así de simple y así de complejo. Y es tremendamente honesto (e interesante) lo que hace el viejo Eastwood. Se pega al personaje respetando su ser, su idiosincrasia, su modo de vida.

Estados Unidos no es España. Un americano de Texas es un americano de Texas. En Estados Unidos, ser militar no es algo que haya que ocultar, más bien todo lo contrario. Estados Unidos ha enviado miles de militares a la muerte para que muchos antimilitaristas europeos de margarita en la solapa puedan tomarse su whisky Jack Daniel’s mientras rajan de los paletos fachas americanos y sus delirios imperiales… esos fachas delirantes y paletos que liberaron por dos veces en 30 años una ridícula y sofisticada Francia con millones de cobardes y un ejército claudicante de chichinabo… esa Francia de Hollande y de Chirac que celebra Normandía como una victoria de la gloriosa resistencia francesa…

No divago, simplemente contextualizo. Estados Unidos, el gobierno americano, comete muchos errores y yo soy el primero que los ve y los rechaza. En Estados Unidos, como en cualquier país, hay gente que piensa de manera distinta sobre la política exterior y sobre las decisiones del Pentágono.

Pero cuando hay soldados desplegados, los americanos han aprendido a amar su bandera, su honor, su país, sus militares. Y yo les envidio por eso, quizás más, porque vivo en un país ruín y miserable donde por desgracia es frecuente encontrase con personas que asocian los sentimientos anteriores con ese calificativo ridículo, ruin, estúpido: facha, reaccionario.

La sabiduría de un veterano

Eastwood sabe todo eso y se descuelga con una película de una honestidad sencillamente brutal. Chris Kyle no es Platón y Aquiles, según le pilles. No. Es un tipo rudo, poco dado a filosofar, que con 30 años decide ingresar en un cuerpo de élite. Un militar entrenado concienzudamente que no se plantea tres veces diarias las grandes cuestiones existenciales del ser humano, ni lee a Sartre en los descansos.

Kyle tiene una  misión y la cumple, tiene unos códigos y los respeta, tiene una motivación y procura conservarla. Irak es un callejón sin salida, como lo es Afganistán. Hagas lo que hagas se van a seguir despedazando. Aquello es un marrón y lo seguirá siendo, con «cruzados» o sin ellos.

Con ese contexto, Eastwood cuenta una historia real y lo hace con un aplomo admirable, con una honestidad llamativa. Quien espere una película entretenida no la encontrará. Eastwood no construye el retrato de un héroe. Eso hubiera sido lo fácil. Cuenta simplemente (y no es fácil hacerlo) que una guerra es terrible, que en una guerra nadie sale indemne, que cuando te vas 6-9 meses a un fuerte y sales todos los días a matar gente, cuando vuelves a casa te encuentras hecho un lío y necesitas tiempo.

El cine cuenta historias y le pedimos que sean interesantes y que nos las cuente bien. El francotirador acusa la edad de Eastwood porque no termina de llegar al pulso que tienen sus mejores obras. Pero es una película sólida como ella sola, con un Cooper formidable y un acabado impecable, con una fotografía muy inteligente y la música del propio Eastwood y Morricone que se pega al cuello de un hombre que cumple órdenes e intenta no perder la cordura en un mundo desquiciado.

Un mundo donde, cuando nuestra seguridad está amenazada (mi mujer, mi hijo, mi casa, mi trabajo), nos encanta que los tiradores de élite acierten, y acierten a la primera, y sin daños colaterales.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Tom Stern
  • Montaje: Joel Cox, Gary D. Roach
  • Música: Clint Eastwood, Ennio Morricone
  • Duración: 132 min.
  • Distribuidora: Warner
  • Público adecuado: +16 años (V+SD)

American Sniper. EE.UU., 2014. Estreno: 20/02/2015

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