Encierro

Encierro: Corre o correr, esa es la cuestión

Encierro. Una película, sea cual sea su género, quiere contarte algo y quiere hacerlo de una manera cautivadora. El holandés afincado en España Olivier van der Zee que dirige, escribe y monta este documental ha planteado su relato como una inmersión en las aguas profundas de un mundo desconocido, revuelto, salvaje y misterioso, del que casi todos hemos oído hablar o hemos visto imágenes sueltas.

Tienen claro los productores que su película encontrará un público y yo, después de verla, no tengo ninguna duda. El relato es espectacular, está muy bien fotografíado y cuenta con un sonido espectacular para captar lo que ocurre en esos 850 metros por los que una manada de animales imponente se abre paso entre un enjambre de humanos y algunos humanoides que durante unos segundos eternos corren delante de unos morlacos de 600 kilos.

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Durante cuatro años, un equipo con 5 cámaras estereoscópicas, una de ellas colgada de un cable sobre la larga calle Estafeta, ha registrado imágenes espectaculares, algunas de una energía salvaje, que el largo travelling y la calidad de la imagen (2D o 3D) acrecientan, con la ayuda de la oportuna música de Gaigne y Salas. El registro de sonido y su edición son impactantes. Enrique Urdanoz, pamplonés y durante años cámara de TVE en Sanfermines, sabe mirar y ha tenido el acierto de “encerrar” la película en esos 850 metros y en los relatos de corredores y de uno de los pastores. El resto no tocaba. Desde el punto de vista cinematográfico, el reto es que el espectador salga de la sala con los pulsos acelerados y valorando los años de trabajo de un equipo que cuenta sus historia sin sensiblerías ni mitificaciones, cosa que agradezco, porque hay cosas que si las explicas las revientas. El relato, por su tono y equilibrio, pide la pantalla grande y para todo el que haya estado delante del toro encima de los adoquines pamploneses o no los haya pisado y quiera sentirlo más de cerca será impactante.

Que el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra se impliquen en el proyecto y lo avalen, parece la cosa más lógica del mundo, pero quien conozca los entresijos del cine verá que el tema es de todo menos simple. Como críticos de cine, perder de vista ese dato no es inteligente. Encierro, encuentra el tono (difícil tarea) para decir algo así como: “esto es lo que hay, si quieres entra”. De la misma manera que hay mucha gente que ve los encierros por la televisión o asomado a los balcones de la capital navarra, la película te abre una ventana y te deja mirar. Lo que se ve es, nunca mejor escrito, brutal.