El cuarteto

El cuarteto: A la vejez… buena música

Buena música, estupendas interpretaciones y un guión amable son los ingredientes de la opera prima como director del actor Dustin Hoffman. 

Cecily, Reggie y Wilfred se conocen desde hace tiempo. Son cantantes de ópera retirados en un asilo de músicos. Cada año, con motivo del cumpleaños de Verdi, organizan una velada musical para gente de la zona. Pero este año, todo cobra un cariz diferente debido a la aparición de la ex diva Jean, vieja conocida que trastoca la paz del feliz trío.

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Dustin Hoffman (75 años) se estrena en la dirección después de una dilatada carrera interpretativa. El actor de películas como El graduado (1967), Kramer contra Kramer (1979) o Rain Man (1988), entre muchas otras, sabe lo que un realizador espera de un actor. Así, en esta película cen­tra todos sus esfuerzos en dirigir a un estupendo elenco de colegas como son Michael Gambon, Maggie Smith, Billy Connolly y Pauline Co­llins. Además, para hacer más verosímil la historia, pidió la colaboración de auténticos músicos ju­bilados, que realizaron los papeles secundarios, tan útiles para poner en pie esta comedia.

Hoffman ha querido una película que no tiene gran­des pretensiones. Cuenta con una trama sencilla, basada en la novela homónima de Ronald Har­wood, autor también de la adaptación cinematográfica. Pero está contada estupendamente y cubre las expectativas. Su sencillez es compatible con cierta profundidad, pues tras las anécdotas y gags que se van sucediendo, siempre late un men­saje de alegría y sentido positivo en torno a la vejez. Como dice el director, «la vida de una per­sona no acaba hasta que uno está de verdad muer­to, de eso es de lo que habla mi película».

Es verdaderamente delicioso observar cómo una ge­neración de ancianos lleva una vida feliz, ple­na. Y la música colabora en gran medida, aportan­do esa intuición de inmortalidad y esperanza. La pe­lícula clausuró, con gran éxito de público y una crí­tica favorable, la 60º edición del Festival de San Sebastián, en la que el ahora realizador recibió también el Premio Donostia a su trayectoria ar­tística.