Las aventuras de Tadeo Jones

Las aventuras de Tadeo Jones: Jones, Tadeo Jones

Enrique Gato debuta en el largo con una divertida película sobre la forja de un simpático héroe

Después de ganar dos Goyas al mejor cor­to de animación con sendos trabajos de 2006 y 2008 sobre este simpático albañil que sueña con ser un gran arqueólogo, el di­rector Enrique Gato se pone de tiros lar­gos con una película atractiva, amena, con bue­nas dosis de acción, diseñada para gus­tar a todos los públicos.

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Las aventuras de Tadeo Jones tiene cosas es­tupendas y una de ellas es su empeño por con­tar una historia (la búsqueda de una ciudad perdida en Perú) y no limitar­se a acumular situaciones más o menos vis­tosas y/o divertidas sin especial ilación, cosa que ocurre en muchas películas ani­madas recientes, sin ir más lejos las secuelas Ice Age 4 y Madagascar 3.

Buen guión, buena factura

Hay en la película española un guión bien tramado y una factura cuidada, con un buen uso del color, fondos muy bonitos y espectaculares secuencias de acción. Los personajes tienen gracia aunque algunos no tengan especial carisma. Las aventuras del simpático Tadeo empiezan con mu­cha fuerza y dinamismo, con unos exce­lentes créditos y una brillante secuencia de apertura.

El 3D, que ya parece inevitable en anima­ción, se utiliza con habilidad en algunas secuencias en las que la sensación de tri­dimensionalidad viene bien a lo que se cuen­ta. El resultado final es ameno y diver­tido, sin imitar a los americanos, procu­rando ser español, sin avergonzarse de nues­tro sentido del humor, sin incurrir en la parodia que era lo fácil y lo cómodo.

El cine de animación hecho en España se está haciendo mayor, y es capaz de hacer películas muy caras como Planet 51; otras, como Arrugas, de un presupuesto muy modesto dirigidas a un público joven y adulto.

Las aventuras de Tadeo Jones, con sus siete millones de euros de presupues­to, es una película bien hecha y disfru­table.