Llévame a la Luna: El encanto de imitar

Llévame a la luna | Lo mejor de esta comedia francesa es que copia el tono de las películas de Howard Hawks.

Isabelle lo tiene todo en la vida… o casi todo. Es dentista, guapa y feliz. Está enamoradísima de su novio, pero no quiere casarse con él porque, desde hace generaciones, una maldición acompaña a todas las mujeres de su familia que no consiguen que su primer matrimonio acabe bien. Para evitarlo, Isabelle traza un plan: casarse primero con un desconocido, divorciarse y casarse después con su novio, que es el hombre de su vida.

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Este frívolo planteamiento no presagia nada bueno y, sin embargo, Pascal Chaumeil (Los seductores) ha rodado una comedia romántica bastante divertida, que -a pesar de la evidente distancia de calidad- bebe de la misma fuente que la comedia americana de los años 50 (los guiños a algunas de las más celebres películas de Hawks son evidentes).

Unos personajes bien interpretados -sorprende gratamente Diane Kruger, una gran actriz a la que nunca habíamos visto en una comedia- unas situaciones planteadas con chispa, unos diálogos bien escritos y un tono bastante elegante, que solo se pierde en algún breve apunte soez. Quizás lo más llamativo de la película es precisamente su contención y elegancia y sorprende gratamente porque si hay algo de lo que adolece la comedia actual es de elegancia.

Por otra parte, se agradece también que, a pesar de la aparente frivolidad que rodea al argumento, se haga un elogio a la fidelidad en el matrimonio y se pinte el divorcio como lo que es: un fracaso que es bueno evitar… casi de cualquier forma.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Glynn Speeckaert
  • Montaje: Dorian Rigal-Ansous
  • Música: Klaus Badelt
  • Duración: 104 min.
  • Público adecuado: +16 años (S)
  • Distribuidora: A Contracorriente
  • Estreno en España: 19/7/2013

Francia, Un plan parfait (2012)

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