Más allá del amor

Más allá del amor: Romeo y Julieta versión Barbie y Kent

Más allá del amor.  Shana Feste hace triple salto… con caída mortal, plagiándose a sí misma en El mejor y mal adaptando el clásico shakesperiano de Romeo y Julieta en un remake de la malota película de Zeffirelli basada en la novela de Scott Spencer, de idéntico título.

Y no es que le falte red. Feste es una directora mediocre que no arriesga: lleva tres películas cortadas por el patrón de Nicholas Sparks. Y, precisamente por todas las seguridades con que se pertrecha, se estrella.

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Más allá del amor podría ser un clásico revisitado pero es la historia de Barbie y Kent en carne mortal: dos jóvenes opuestos y apuestos. Ella rubia y delicada beldad de familia adinerada; él joven trabajador de clase media-baja, musculoso pero sensible, que tienen que defender su amor de las vicisitudes y la oposición de sus progenitores.

El arranque con voz en off y la estética pastelosa producen sonrojo, el detonante es de un alumno de secundaria (de los malotes); los personajes están poco matizados, en especial ese padre controlador y riguroso, y Jade, la protagonista, cuyo halo de tristeza la acompaña haciendo más enigmática su belleza.

Entre la pareja la química no pasa del arrobo. Para que tanto azúcar no empalague, los guionistas tienen que echarle unas gotas de pasión iniciática y unas cucharadas de drama rayano en tragedia, en forma de puntos de giro, clímax y anticlímax verdaderamente agotadores.

La de Zeffirelli era mala pero contaba con una jovencísima Brooke Shields en el cartel que, por aquellos 80 y  después de El lago azul, levantaba pasiones. Y El mejor tenían tres buenos actores que salvaban la película de la quema: Susan Sarandon, Pierce Brosnan y la recién llegada Carey Mulligan. Pero ésta…