Mil veces buenas noches: Intentarlo ya es mucho

Un drama morrocotudo que podría ser muy bueno y se queda en bueno porque Poppe no es Susanne Bier y tampoco cuenta con un guionista como Anders Thomas Jensen

Rebecca hace fotos. Es una de las reporteras de guerra más importantes del mundo. Su familia -marido biólogo marino y dos hijas de 14 y 10 años- vive en Irlanda. Rebecca, que se acerca a los 50, quiere enseñar al mundo occidental lo que ocurre en sitios como Afganistán, donde arranca la película, con un reportaje aberrante sobre una terrorista suicida.

Para lograr que una historia como la de esta película funcione, hay que tener un guión muy bueno, que equilibre bien el dramatismo con la credibilidad. Y el de esta película interesante y conmovedora no lo consigue, aunque lo intente y tenga elementos valiosos.

La historia no tiene un buen tema. Tiene un temazo; en realidad, varios. La idea que da lugar al conflicto personal, familiar, profesional y ético de Becca es muy poderosa: qué pasa cuando la profesión de riesgo la tiene la madre y esposa. Qué pasa cuando para sacar una foto o un reportaje tienes que hacer cosas repugnantes. El eterno problema de que un buen fin no justifica cualquier medio.

Y ese personaje atormentado, encadenado a su cámara, lo encarna Juliette Binoche, una actriz maravillosa.

La cinta se inscribe en una larga lista de películas nórdicas que disponen situaciones de un dramatismo estremecedor, con una naturalidad que nace de una tradición teatral formidable. La actual reina de la función es la danesa Susanne Bier (Hermanos, Después de la boda, En un mundo mejor, Amor es todo lo que necesitas).

El noruego Erik Poppe (54 años) fue fotógrafo y reportero de guerra antes que director de cine. Su relato abre demasiadas cuestiones en demasiados frentes y no sabe desarrollarlas adecuadamente. Hay momentos en los que faltan hondura, contraste, perspectiva y contención para no caer en la demagogía y en la manipulación emocional (ese viaje africano es sencillamente ridículo y otras cosas que callo, aún más…)

Poppe hace lo que puede. Es un director popular en Noruega y su intenso trabajo como realizador publicitario se le nota para mal (me parece muy bien que haga publicidad, solo faltaría…)

En medio de una avalancha incesante de cine idiota de superhéroes, monstruitos, robots, memos y pringaos se agradece el intento de contar algo valioso y honesto. Y entiendes perfectamente que haya disonancias (qué hermosa la segunda acepción de la RAE: Falta de la conformidad o proporción que naturalmente debe tener algo).

Ficha Técnica

  • Fotografía: John Christian Rosenlund
  • Música: Armand Amar
  • Duración: 117 min.
  • Distribuidora: Golem
  • Público adecuado: +16 años (V)
  • Estreno en España: 8.8.2014

Irlanda, Noruega, Suecia, 2013

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