Perdida: Demoledor Fincher

Perdida | Es su quinto aniversario de boda, pero Amy no aparece. Inquieto, Nick avisa a la policía, que se toma esta desaparición muy en serio. Los investigadores no tardan en descubrir indicios sospechosos que apuntarían al marido. Además, la extraña conducta de Nick y algunas incoherencias en su declaración son magnificadas por los medios de información –la prensa sensacionalista se ha apoderado del caso-, y lo convierten en el perfecto culpable ante la opinión pública.

Perdida es la última obra de David Fincher, director que ha dado lo mejor de sí en el género policiaco con tintes morales, ahí están Seven, The Game y Zodiac para demostrarlo. Perdida es una historia que participa de las tres mencionadas: hay un enigma, una historia policiaca y una dosis de humor negro; también hay una mirada fría y analítica sobre una sociedad enferma moralmente. La mezcla es complicada, pero estaba toda ella en la novela original -el best-seller de Gillian Flynn- que la propia novelista ha adaptado para la pantalla. La historia era perfecta para Fincher. La película mejora a la novela.

Fincher juega con el espectador. La película comienza como un relato policiaco clásico con dos líneas narrativas paralelas: la imagen del matrimonio que vemos a través de Nick durante la investigación, es completada por las anotaciones del diario de Amy, que son ofrecidas gratuitamente al espectador, más tarde sabremos por qué… En algún momento las historias difieren y el director obliga al espectador a tomar partido, a juzgar… y entonces destruir esas conclusiones y comenzar de nuevo, con otros datos; y así hasta, muy significativamente, abandonar la búsqueda de la verdad.

Perdida es un ejercicio en el que se ponen en evidencia una serie de lacras de la sociedad moderna; en primer lugar la falta de sinceridad a todos los niveles, y su consecuencia directa, el afán por aparentar lo que no se es; de ahí que Fincher haga una crítica feroz de una sociedad en la que los reality shows imperan y moldean a su antojo la llamada opinión pública; de ahí que la película sea un atroz juego de verdades y mentiras, en el que la estrella invitada sea «el matrimonio». El matrimonio, o mejor dicho, las parejas en revista -porque Fincher arremete contra lo que tiene delante, no contra la noción del matrimonio- salen mal paradas. El matrimonio parece ser una relación sentimental epidérmica, basada exclusivamente en el sexo -hay una desagradable carga sexual en esta cinta-, compensada con un infantil anhelo de encontrar “el alma gemela” que se supone existe en alguna parte. Perdida es ácida y políticamente incorrecta. Áspera y muy dura.

Visualmente, está a la altura del mejor Fincher: poderosa, brillante, imaginativa. A menudo, sorprende al enfrentar la realidad cotidiana y la que se ha vuelto pesadilla. La música de Trent Reznor y Atticus Ross, sobria y triste, acompaña bien. El montaje es afinadísimo y permite a Fincher diseccionar a placer cada personaje, cada tema. Queda por decir que todo el reparto -no solo Ben Affleck y Rosamund Pike- no sólo está sensacional, sino que ha sido elegido con intención. La película es sórdida y amarga. Y brillante.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Jeff Cronenweth
  • Montaje: Krik Baxter
  • Música: Trent Reznor, Atticus Ross
  • Duración: 150 min.
  • Distribuidora: Fox
  • Público adecuado: +18 años (VX+D+)
  • Estreno en España: 10. 10. 2014

Gone Girl. USA, 2014

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Reseña
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Historiador y filólogo. Miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos. Ha estudiado las relaciones entre cine y literatura. Es autor de “Introducción a Shakespeare a través del cine” y coautor de una decena de libros sobre cine.