A propósito de Llewyn Davis: Viaje íntimo al corazón del folk

A propósito de Llewyn Davis: Los Coen vuelven a firmar una obra maestra con un relato sobre el fracaso, la nostalgia y la música

La escena folk neoyorkina, concretamente la del Green­wich Village de 1961, es el nuevo emplazamiento pa­ra el largometraje más reciente de los hermanos Ethan y Joel Coen. Tres años después de Valor de ley, los cineastas cambian completamente de tercio para narrar el viaje íntimo de un cantante fracasado llamado Lle­wyn Davis, una figura ficticia aunque parcialmente ba­sada en el músico Dave Van Ronk y sus memorias The Ma­yor Of MacDougal Street.

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A propósito de Llewyn Davis presenta a su protagonis­ta cuando parece que ha tocado fondo. Con una carrera pro­metedora que se fue al traste, una compleja relación con su familia, sin residencia y viviendo literalmente de la caridad de conocidos y desconocidos, Llewyn se perfila co­mo un perdedor incapaz de afrontar la cruda realidad que todo su entorno le anuncia a gritos continuamente.

Su surrealista bajada a los infiernos es retratada por los Coen con una delicadeza, profundidad y afec­tividad inau­ditas, convirtiendo a un personaje odio­so y egoísta en la víctima de un sueño quebrado. En tal em­peño les ayu­da un soberbio Oscar Isaac (Ágora, Robin Hood), que se gana el favor del público desde el comien­zo de la narración con una intimista y preciosa interpre­ta­ción de Hang Me, Oh Hang Me, escrita originalmente por Dave Van Ronk.

En su particular odisea le acompañarán también otros per­sonajes, invitados a matizar los diferentes aspectos de la personalidad y circunstancias de Llewyn. La siempre interesante Carey Mulligan ayudará a sacar a la luz su lado más canalla, Justin Timberlake será el amigo fiel e incondicional, mientras que John Goodman aportará esa dosis de surrealismo cómico en el que los Coen se revelan como maestros -aunque sin llegar a las cotas de El gran Lebowski.

Técnicamente, A propósito de Llewyn Davis es un auténtico prodigio: la elegancia de la puesta en escena es so­lo superada por la exquisita fotografía del francés Bru­no Delbonnel (Amélie, Sombras tenebrosas), quien en un juego de claroscuros y colores fríos nos transporta a una Nueva York tan lúgubre y triste como el propio in­terior del personaje principal. Por su parte, la banda sonora, la otra gran protagonista del filme, ha contado con la participación del productor musical y compositor T Bone Burnett -antiguo colaborador de Bob Dylan. Bur­nett ya había trabajado con los hermanos Coen en O Brother! y Ladykillers, y en esta ocasión ha ayudado a dar forma al estilo musical del relato mientras los directores escribían el guión.

Presentada oficialmente en el Festival Internacional de Cine de Cannes, donde se alzó con el Gran Premio del pal­marés, A propósito de Llewyn Davis ya ha cosechado éxi­tos de crítica y público por multitud de certámenes in­ternacionales. De hecho, el arranque en la taquilla estadounidense ha sido el mejor de la carrera de los Coen, al conseguir más de cuatrocientos mil dólares en su primer fin de semana con tan solo cuatro salas de exhibición. Los premios tampoco se han hecho esperar, y el filme ya acumula casi una decena de galardones a la espera de que se anuncien las nominaciones de los Oscar de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográfi­cas, donde la película promete dar muchas sorpresas.

 

Ficha Técnica

  • Fotografía: Bruno Delbonnel
  • Montaje: E. y J. Coen (como Roderick Jaynes)
  • Música: T Bone Burnett
  • Duración: 105 m.
  • Distribuidora: Universal
  • Público adecuado: +16 años (D)
  • Estreno en España: 1.1.2014

EE.UU. (Inside Llewyn Davis), 2013.

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