Un cuento chino

Un cuento chino: Están un chino y un argentino…

Un cuento chino | Darín, actor todoterreno, se echa a la espalda un cuento bienintencionado escaso de guión. 

Pequeña película argentina de Bo­rensz­tein (La suerte está echada), un amable cuen­to metafórico, resuelto con sencillez y efi­cacia, pero sin excesiva brillantez, quizás por­que está muy justo de guión. Un tipo, due­ño de una pequeña fe­rretería, huraño, me­tódico y amargado, ve­rá cómo su vida de sol­terón cambia a partir de un encuentro ca­sual con un chino, que acaba de llegar y no sabe ni una palabra de español. En su pa­sado hay mucho dolor y le cuesta encontrar sentido a la vida.

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Darín -brillante una vez más, es actor con recursos, un profesional que se adapta a muy distintas maneras de trabajar- sostie­ne una historia, escasita y con evidentes re­llenos para llegar a los 93 minutos, que sa­le adelante y, en algunos momentos, es bri­llante, como en el inicio en China y en la di­vertida reclamación por los tornillos de me­nos. El personaje femenino está empotra­do en la historia, si lo hubiesen escrito me­jor, la película destacaría.

Premios

En el apartado de premios y reconocimientos, cabe destacar que Un cuento chino se llevó el Goya a mejor película iberoamericana, además del galardón a mejor película y el Premio del público en el Festival de Roma. Asimismo, en los Premios Sur, fue cororonada como mejor película, mejor actor (Darín) y mejor actriz de reparto (Santa Ana).