Festival de Cannes 2017. Día 1. Un comienzo por todo lo alto

Nuestro enviado especial, Fernando Hernández Barral nos cuenta el día a día del 70º Festival de Cannes

Redoutable, de Michel Hazanavicius
Redoutable, de Michel Hazanavicius

Festival de Cannes 2017. Día 1. Un comienzo por todo lo alto

Crónica del 17 de mayo. Día 1 del Festival de Cannes 2017

Enviado especial: Fernando Hernández Barral

Un año más el Festival cinematográfico más importante del mundo se dispone a desgranar las perlas de su Sección Oficial. Cannes cumple setenta años y sus organizadores parece que se han propuesto entregar a la crítica internacional una edición brillante; al menos sobre el papel la selección de directores y películas es incontestable.

Thierry Fremaux ha propuesto una cartesiana Sección Oficial que resume la historia del festival.

En primer lugar las vacas sagradas: Haneke viene con Happy End, a priori su respuesta al drama de los refugiados y Zvyagintsev también repite (si sigue en la línea de su anterior y brillantísima Leviatan será claro aspirante a la Palma de Oro). Otro clásico incontestable es Todd Haynes aunque su Wonderstruck, una película fantástica basada en una novela del autor de La invención de Hugo, no parece un material muy apropidado para el autor de Lejos del cielo.

Hay película “nuevaolera” –el Redoutable- de Hazanavicius. Es una apuesta arriesgada -el Hijo Pródigo Jean Luc Godard regresa a la Riviera en un biopic-. Su éxito parece poco probable pero si Hazanavicius sale vivo de la proyección de prensa quizás se quite de encima el sanbenito de director sobrevalorado que le persigue desde The Artist.

También hay este años directoras que han tenido en Cannes su tradicional alma mater. Naomi Kawase lleva años llamando a las puertas del cielo, quizás Wild River le dé la tan ansiada recompensa.

Caso aparte es el de Sofia Coppola que fue linchada en Cannes hará una década por su audaz Maria Antonieta y que ahora se atreve con otro mito, El seductor de Don Siegel y Clint Eastwood –quien por cierto estará en el festival, a ver que opina sobre el remake de la Coppola-. Se podrá decir cualquier cosa de la autora de The Bling Ring menos que es cobarde.

La cuota asiática se la cobran además de la Kawase, los coreanos Bong Jon Hoo con Okja y Sangsoo con The day after. La primera es cine fantástico made in Netflix con el que quizá sea el reparto más marciano del festival -¿Paul Dano y Tilda Swinton en un mismo filme?-. La estrella crítica de Sangsoo está creciendo por momentos, es quizás su gran oportunidad para declarar su mayoría de edad creativa.

El cine del Este de Europa cuenta además de Zvyagintsev con dos propuestas de calado. En primer lugar el interesante Mundruczó que dio la campanada con White dog también plantea otro peculiar fantastique, por otra parte y ante la ausencia de directores rumanos en esta edición –la cinematografía europea más en forma de la actualidad- el ucraniano Loznitsa se atreve con la cinta de mayor metraje, A gentle creature.

Se diría que está edición del Festival Cannes se recrea en la obra de cineastas que han eclosionado precisamente en las secciones paralelas de la Croissete, si algo hace bien el Certamen es crear sus propios valores. Uno de ellos, quizás el verdadero cine del futuro, es el sueco Ruben Ostlund que dejó una excelente carta de presentación con su Fuerza Mayor, es el momento de comprobar si su propuesta tiene una continuidad a la altura.

También hay espacio para los niños terribles hoy domesticados. Fatih Akin ya no es el joven airado de Contra la pared y su inclusión en el certamen ha sido la sorpresa de la 70 edición; de Francoise Ozon ya se sabe que es un realizador irregular capaz de lo mejor y de lo peor, quizás su Amant Double pertenezca al grupo de las buenas películas dirigidas por el francés.

El Festival de Cannes 2017 se ha atrevido con David Lynch y su piloto de Twin Peaks y ha dejado que Netflix presente películas –hay dos en la Sección Oficial, la de Bon Jon Hoo y la de Noah Baumbach, The Meyerowitz Stories– como ya hizo el año pasado con Amazon.

Sin embargo el aire de renovación no lo tiene fácil en la Croissette. Quizás Fremaux sea un nuevo Conde de Salina que deja que todo lo nuevo penetre las estructuras del Certamen para que nada fundamental cambie.

La solución al problema será resuelta en los próximos días.

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