Al final de la escalera: Escalofriante
Al final de la escalera | Gran parte de las sensaciones terroríficas que nos despiertan las películas de miedo se las debemos a Al final de la escalera. La cinta de Peter Medak es en sí misma un compendio de las leyes que provocan esa emoción escalofriante que nos recorre la espina dorsal y nos obliga a taparnos los ojos con las manos, dejando una rendija para poder ver… lo que no queríamos ver.
Desde entonces, hemos visto repetir tantas veces la fórmula que ya nos la sabemos de memoria, en Poltergeist, en Los otros; pero todo lo bueno del cine de terror estaba aquí. Nada nuevo bajo… las tinieblas. Y el tiempo no la ha devaluado, ni siquiera por esas tonalidades polaroid que tan bien le quedan al género.
Al final de la escalera tiene el don de la elegancia y la habilidad de asustar a partir de lo cotidiano: el ruido ambiente poblado de sonidos intradiegéticos, las miradas intencionadas o aparentemente banales, las cosas de siempre que cobran una dimensión distinta sin perder su apariencia. Dice sin palabras, sugiere sin mostrar. La pericia técnica las transforma. Esa banda sonora, los movimientos de cámara -el travelling horizontal y vertical, el picado y contrapicado, las tomas subjetivas por la casa, la anticipación de detalles esenciales en plano, los juegos malévolos con el espectador… Dice sin palabras, sugiere sin mostrar, pulsando las teclas del subconsciente.
George C. Scott cumple a la perfección su papel de compositor viudo que necesita olvidar y no le dejan. Apático primero, atribulado, obsesionado y espantado con el fenómeno paranormal después.
Vale. No es la primera ni es perfecta. No cierra bien, la historia resulta rocambolesca y precipitada, pero desde este clásico del cine de terror, las escaleras empinadas y de oscuro final, los bajos de las camas, los espejos, las casas antiguas con buhardillas, los grifos que no cierran bien, no nos dejan conciliar el sueño. Hasta una pequeña pelota nos puede hacer temblar.
Ficha Técnica
- Dirección: Peter Medak,
- Guion: William Gray, Diana Maddox,
- Intérpretes: Melvyn Douglas, George C. Scott, Trish Van Devere, John Colicos, Jean Marsh,
- Fotografía: John Coquillon
- Montaje: Lilla Pedersen
- Música: Rick Wilkins
- País: Canadá (The Changeling)
- Año: 1980
- Distribuidora DVD: Universal
- Duración: 109 min.
- Público adecuado: +16 años