El país de las maravillas: Lugares que habitan personas

«No hay personas que habitan lugares sino lugares que habitan personas». Es difícil encontrar una descripción más precisa que la que Alice Rohrwacher hace de su película, un filme personal ambientado en el microuniverso de una familia de apicultores tradicionales de la Toscana amenazado por esa modernidad capaz de reducir todo lo auténtico a parque temático.

En esta zona de Italia y en un entorno gremial muy similar, se desarrolló la infancia de la directora y guionista, y la de su hermana Alba, que protagoniza a la madre de este núcleo primitivo y desconectado de los avances tecnológicos. Volver a sus orígenes para contar la historia de un lugar que es más fuerte que las personas que pasan por él, constituye el leit motiv de esta película sorprendente.

Como los estratos de la casa abandonada en la que ondea una vieja cortina, son muchos los temas que desarrolla con fluidez esta historia aparentemente sencilla: el choque tradición-modernidad, la convivencia multicultural en zonas de inmigración, la influencia de la televisión configuradora de valores sociales vaciados de cultura, la iniciación al mundo adulto, los conflictos generacionales.

También lo son las referencias, aunque Rohrwacher no parece ser muy consciente, según declaró durante su presentación a los medios en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, donde ganó -al igual que en Cannes- el Premio del Jurado. De fuera a dentro, hay algo de Reality, de Matteo Garrone, en la crítica a «esa televisión que ha destruido la cultura del país, que no tiene memoria ni sabe a qué pertenece». Incluso de La Gran Belleza. También, ecos de El espíritu de la colmena, de Víctor Erice, en la temática, la planificación, el personaje de Gelsomina, la responsable hija mayor fascinada por el concurso de televisión que protagoniza Monica Bellucci, la importancia de la mirada. Y debajo, en el corazón, el neorrealismo de Rosellini, a quien admira profundamente.

Y aunque la atmósfera es poderosa, si algo sostiene la película es la interpretación. Encontrar a los actores ha supuesto un largo proceso de casting por las escuelas de la zona. Y el esfuerzo ha merecido la pena porque las cuatro hermanas están fantásticas. Las dos pequeñas en su natural desparpajo, y las mayores por su capacidad para desplegar la complejidad de estados emocionales que caracteriza a la adolescencia, sobre todo Gelsomina, Maria Alexandra Lungu, que se llevó el premio ex aequo a la mejor actriz en Sevilla, y que según la directora «se ha atrevido a hacer cosas que yo no haría jamás». También el padre rudo, empeñado en una cruzada casi quijotesca, y la madre que alberga todo el amor y la comprensión, para quienes Rohrwacher tiene una mirada más de síntesis que de análisis.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Hélène Louvart
  • Montaje: Marco Spoletini
  • Música: Piero Crucitti
  • Duración: 111 min.
  • Distribuidora: Karma
  • Público adecuado: +16 años
  • Estreno en España: 27.2.2015

Le meraviglie. Italia-Suiza-Alemania, 2014  

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