La autopsia de Jane Doe

La autopsia de Jane Doe: Terror para estómagos fuertes

· Aclarados sus aspectos de cine de terror, La autopsia de Jane Doe es una obra notable: desde el primer momento crea una atmósfera inquietante que no cesa de enrarecerse, de hacerse cada vez más agobiante.

John Doe significa «ciudadano desconocido»; la policía ha encontrado el cadáver de una  desconocida, y la llaman Jane Doe. En un pueblecito de Virginia se ha producido una atroz masacre. En el sótano de la casa de autos se descubre además el cuerpo sin identificar de una joven, y no parece relacionado con los luctuosos hechos recién acaecidos. El sheriff envía este cadáver a Tony y Austin Tilden, forenses locales, para que mediante la autopsia averigüen algo sobre esa mujer. La autopsia, realizada con rigor, aporta información extraordinaria e inquietante a la par.

- Anuncio -

El noruego André Øvredal se dio a conocer con el original Troll Hunter, un falso documental lleno de buenas ideas. La nueva producción es muy británica y tiene el aire de las buenas cintas de serie B. Pero, empecemos por el principio, La autopsia de Jane Doe es una película de terror, es decir, no destinada al gran público; además, es una película muy de género, que tiene sus convenciones propias; finalmente, se dirige a un público dotado de estómagos fuertes. Aclarado este punto, La autopsia de Jane Doe es una obra notable: desde el primer momento crea una atmósfera inquietante que no cesa de enrarecerse, de hacerse cada vez más agobiante; y no sólo por las imágenes fuertes que muestra, hay una voluntad marcada de no abusar de la cirugía, sino por el ambiente de suspense, las revelaciones que van surgiendo, la iluminación y el sonido, pruebas del talento del director, que convierte una pequeña morgue en la antesala del infierno. Emile Hirsch y Brian Cox, en el papel de los Tilden, padre e hijo, llevan el peso de la cinta a sus espaldas sin ningún problema, dan solidez al argumento al mezclar con facilidad su relación e historia familiar con el misterio que tienen sobre la mesa.

Cuando la película deja de ser un thriller y entra decididamente en el mundo del terror, con elementos fantásticos, hay un momento difícil, y el espectador puede no aceptar el cambio y las nuevas convenciones y lamentar el último tramo de la cinta.