Una nueva amiga: Un vodevil de tercera

Una nueva amiga: Frívolo, simple, superficial, sin gracia. Así es nuevamente el cine de Ozon: ni divierte ni hace pensar

Con Una nueva amiga François Ozon (El tiempo que queda) confirma algo que estaba presente –aunque en ocasiones velado- en toda su filmografía: que además de ser un cineasta sumamente retorcido es un frívolo. O lo que es peor: que quizás lo que sea, antes que oscuro y complejo, sea simplemente superficial. Aquí cuenta la historia de dos íntimas amigas. Una de ellas muere, la otra promete ante su cadáver cuidar a su hija pequeña y al desolado marido. El problema es cuando un día descubra que al joven viudo le encanta vestirse de mujer.

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Ozon presenta una historia absolutamente inverosímil y artificiosa, carente de gracia y lógica. Una especie de comedia loca almodovariana sin chispa que ni entretiene, ni divierte ni hace pensar.

Después de mostrar las cartas del argumento la película es simplemente un derrape en el que los personajes son hombres, mujeres, transexuales, homo, bi o heterosexuales según les dé: sin ni media coherencia ni en la narración ni en el tono (ahora comedia alocada, ahora nos vamos a poner melodramáticos). Debe pensar Ozon que el tema de género es muy socorrido para construir tramas originales y desinhibidas sin necesidad de estrujarse demasiado el cerebro. Aquí desde luego el trabajo intelectual ha sido mínimo. Unas piezas echadas a un tablero y ale, a interactuar entre vosotros… ¿El resultado? Que el supuesto oscuro e irreverente cineasta francés ha terminado pariendo un vodevil de tercera.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Pascal Marti
  • Montaje: Laure Gardette
  • Música: Philippe Rombi 
  • Duración: 108 min.
  • Distribuidora: Golem
  • Público adecuado: +18 años (X+D)
  • Estreno en España: 15.5.2015

Une nouvelle amie. Francia, 2014

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