Casino royale: Sensible mejoría

Película número 21 de la saga Bond, iniciada en 1962 y basada en las doce novelas y nueve relatos del inglés Ian Fleming (1908-1964), que fue oficial de los servicios de inteligencia de la Royal Navy du­rante la II GM.

Casino Royale adapta la primera de las novelas de Fleming, escrita en 1953, en las que se perfilan las características del personaje de James Bond, un agente de los servicios secretos británicos. El neozelandés de 66 años Martin Campbell (Goldeneye, La máscara del Zorro, La leyenda del Zorro, Límite vertical) dirige su segunda película de la serie Bond, que protagoniza por vez primera el actor inglés de 38 años Daniel Craig (El intruso, Layer cake, Munich). Craig, formado en el teatro, debutó en el cine en 1992 en la película La fuerza de Uno, dirigida por John G. Avildsen.

Campbell ha logrado la que probablemente sea la mejor película de la saga, la de mayor entidad dramática. Bond (bien interpretado por un adusto y rocoso Craig, que debería relajar la mandíbula con más frecuencia), es un tipo de gran fortaleza física, frío, triste y bastante salvaje. Al igual que en las otras entregas -especialmente en las de los últimos 20 años- hay acción, violencia, erotismo, cinismo y fantasmadas. En Casino Royale se ha contenido el recurso facilón a los aparatejos, cochazos y pasarela -de un machismo vergonzante- de chicas explosivas que caen rendidas ante la más fugaz de las miradas del bueno del espía.

El humor está más presente y se suceden largas secuencias de acción, muy bien rodadas y bastante más físicas que en las películas precedentes, que en algún caso pueden resultar agotadoras. Lo más llamativo y novedoso es que hay algo parecido al amor, al romanticismo, gracias al personaje de la contable que interpreta con soltura y aplomo la parisina de 26 años Eva Green (qué mal le sienta a esta chica el exceso de maquillaje, tanto que cuando sale desmaquillada su belleza se multiplica por veinte). Es sorprendente y gratificante ver a un Bond vulnerable.

Se nota la mano del canadiense Paul Ha­ggis (Crash, Million dollar baby, Banderas de nuestros padres) en el guión, que tiene humor, ironía y amenidad. Hay situaciones muy bien resueltas y un puñado de diálogos estupendos. El metraje es excesivo. También lo son las vueltas y revueltas finales.

Ficha Técnica

  • País: Reino Unido, 2006
  • Fotografía: Phil Meheux
  • Montaje: Stuart Baird
  • Música: David Arnold
  • Duración: 144 min.
  • Distribuidora: Sony
  • Público adecuado: Adultos (VXD)
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