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Festival de San Sebastián 2004: Merecida Concha de Oro para una película irano-iraquí

La última película de Woody Allen, Melinda y Melinda, fue la encargada de abrir las proyecciones, que se cerraron con The door in the floor

Las tortugas también vuelan (Bah­man Ghobadi)

Festival de San Sebastián 2004: Merecida Concha de Oro para una película irano-iraquí

Nueve días de proyecciones. Cine a granel: 19 películas en la sección oficial (3 fuera de concurso), 35 en Zabaltegui, 30 en Horizontes Latinos (14 españolas), 38 y 45 en las restrospectiva dedicadas a Anthony Mann y Woody Allen, 34 en el ciclo Incorrectos y 3 preestrenos en el Velódromo (El bosque, Génesis, El milagro de Candeal).

Las tortugas también vuelan, película irano-iraquí dirigida por el kurdo Bahman Ghobadi ha ganado, con todo merecimiento la Concha de Oro de la 52 edición del Festival de Cine de San Sebastián. El jurado encabezado por Mario Vargas Llosa ha coincidido con la favorable acogida de público y crítica de una película muy hermosa sobre la vida cotidiana en un campo de refugiados kurdos en los días del ataque norteamericano contra Irak.

En la Sección Oficial, que tuvo unos tres primeros días bastante deprimentes, hubo títulos de buen nivel como Bombón. El Perro, Silver City, Omagh, Carta de una desconocida, Sueño de una noche de invierno y El cielito.


La última película de Woody Allen, Melinda y Melinda, fue la encargada de abrir las proyecciones, que se cerraron con The door in the floor, una adaptación de la novela A widow for one year de John Irving, cuya presencia en el festival solo puede justificarse por la presencia en el reparto de Jeff Bridges, que recibía un merecido premio Donostia a su carrera interpretativa. La tercera película de la sección oficial, fuera de concurso, fue Being Julia, una brillante cinta del húngaro István Szabó protagonizada por la magnífica Anette Bening, también premio Donostia.

Festival de San Sebastián 2004: Escasa variedad

No hubo mucha variedad temática en los filmes que competían por la Concha de Oro: casi todos los cineastas coincidieron en el objeto y el tono de sus retratos de las miserias humanas en el contexto de la guerra, la corrupción, la inmigración o el desempleo, posicionándose, la mayoría, en un pesimismo absoluto.

Fue en Zabaltegi (películas fuera de concurso) donde hubo lugar para la risa y el espectáculo: la magnifica y satírica Being Julia; la delicia visual y sonora en la nueva película de Zhang Yimou (La casa de las dagas voladoras); la buena música del documental de Trueba, El milagro del Candeal; la atmósfera inquietante de El bosque.

Mención especial merece el estupendo ciclo dedicado a Anthony Mann. Lástima que sólo pudieramos ver cuatro películas del gran director norteamericano, autor de títulos imprescindibles para quien quiera acercarse a la historia del western y del cine histórico.

Como es habitual, al festival fueron llegando actores, directores, músicos, productores… para presentar sus trabajos. El primero fue Allen, para recibir el premio Donosti. Tras él, llegaron Shyamalan (El bosque), que nos contó cómo eligió a la prometedora actriz Bryce Dallas Howard (hija del director Ron Howard) para interpretar el personaje principal de su película. Fue un placer escuchar como Carlos Sorin (Bombón, el perro) explicaba su forma de trabajar con personajes reales en vez de con actores, y comprobar como Juan Villegas, el protagonista, es igual en la realidad que en la película. Annette Bening comentó su afecto por el guión de Being Julia, tan rico de vocabulario, y confesó haber tenido que practicar el acento británico para la película. Muchas otras caras del cine, como Oliver Stone, Winterbottom, Aristarain, Jeff Bridges… fueron poniéndose detrás del micrófono, pero la anécdota la puso Goran Paskaljevic (Sueño de una noche de Invierno) cuando presentó a la prensa a Jovana Mitic, la niña autista de doce años que protagoniza la película y que posó para los fotógrafos mientras se quedaba asombrada al contemplar el mar por primera vez.

Festival de San Sebastián 2004: La sección oficial, un vistazo

· Turtles can fly
Una película muy grande a la vez que dura, la vida de unos niños en un campo de refugiados en la guerra de Irak. Personajes reales fotografiados con gran acierto en escenas cotidianas de su vida que pasan de la comedia más divertida al drama más desgarrador. Concha de Oro a la mejor película y premio del Círculo de Escritores Cinematográficos.

· Bombón. El perro
Una apología de lo pequeño, lo cotidiano, lo bello realizado con gran maestría por Carlos Sorin. Divertido retrato de la situación de Argentina. Realismo esperanzado. Premio Fipresci.

· Brothers
Intenso drama que, a ratos, carga la mano innecesariamente, pero que sabe apaciguar las historias extremas para que parezcan naturales. Magníficas interpretaciones, que coparon las Conchas de Plata.

· El cielito
Interesante propuesta que da lugar a una película menor por la falta de ritmo y el estancamiento de la historia. Varios premios paralelos: Arte, Futur Talent Signis, CICAE arte y ensayo, Solidaridad.

· Nine Songs
Sin más pretensiones que mostrar los ejercicios sexuales de una pareja de treinta años, Winterbottom rueda esta película que alterna conciertos de rock en directo y sexo explícito. El premio a la fotografía, de chiste, verde, pero chiste.

· Omagh
Con un estilo de falso documental al estilo de Bloody sunday, la cinta reconstruye el atentado cometido por el IRA en el año 98 en la localidad irlandes por el así llamado IRA Auténtico. Una película con un comienzo angustioso y un desenlace más tranquilo que denuncia los tortuosos senderos de la política, a la vez que conmueve contando sin aspaviento la lucha de unas familias por no olvidar a asus muertos. Merecido premio del jurado al mejor guión, de Guy Hibbert y Paul Greengrass.

· Carta de una mujer desconocida
La apasionante historia de Zweig la contó Ophuls de forma brillantísima. Xu Junglei, directora y protagonista, la ambienta en China. Todo muy bonito pero falta vigor narrativo y se hace anodina en su afán de gustar a toda costa. Magnífica fotografía (del operador de Yimou), dirección artística y música. El premio a la mejor dirección es sencillamente excesivo.

· El bosque de las arañas
Los recuerdos, la realidad y la imaginación se desordenan en el tiempo para contar la historia de un asesino. Un rompecabezas surcoreano que una vez montado no tiene mucho interés, item más, no tiene ninguno.

· Horas de luz
La historia verídica de un asesino y su relación con una ATS que trabaja en la prisión. Una historia real que queda mal hilada, sin lógica y poco creible una vez pasada a celuloide. Matji se pierde en lo accidental.

· Clandestino
La relación entre una francesa y un inmigrante que no hablan el mismo idioma pero que terminan por entenderse. Una interesante idea de Dupeyron que pierde fuerza demasiado pronto y no consigue recuperarla. Insufrible fotografía.

· Mi padre es ingeniero
El realismo mágico de Guédiguian se asienta en una comunidad de vecinos en la que vive una pediatra enferma. El director de origen armenio quiere tantas cosas a la vez que acaba torrando al Lucero del Alba. Brillante a ratos, en otros es pedante y plomiza.

· Roma
Roma es el nombre de la madre del protagonista de la última película de Aristarain, un penoso personaje cointerpretado por Botto y Sacristán, que recuerda su vida en Argentina en los años 50, 60 y 70. Buena puesta en escena para una historia irregular y unos personajes de escasísimo interés. Larguísima.

· Silver City
John Sayles se rodea de un amplio y cualificado reparto para contar con sarcasmo e ironía los entresijos de la campaña electoral de un político que aspira a ser gobernador de Colorado. Película correcta, a ratos divertida, no excesivamente original.

· Sumas y restas
Gaviria (La vendedora de rosas) cuenta en tono histriónico la implicación de sectores de la burguesía colombiana en el trafico de cocaína. La droga se hace con el primer plano. No quedan fuerzas para ocuparse de «cosillas» como los personajes, la historia o el ritmo.

· Tarfaya
Con cierto parecido a In this world, esta producción franco-marroquí cuanta la historia de una mujer inmigrante que quiere cruzar el estrecho. Aburrida se pierde en lo accidental y descuída lo esencial.

Festival de San Sebastián 2004: Y el Palmarés…

Concha de oro a la mejor película: Turtles can fly, de Bahman Ghobadi

Premio especial del jurado: Sueño de una noche de invierno, de Goran Paskaljevic

Premio del jurado a la mejor dirección: Xu Jinglei, por Carta de una mujer desconocida

Concha de plata a la mejor actriz: Conni Nielsen, por Brothers

Concha de plata al mejor actor: Ulrich Thomsen, por Brothers

Mejor fotografía: Marcel Zyskind, por Nine songs

Premio del jurado al mejor guión: Guy Hibbert y Paul Greengrass, por Omagh

Jorge Moreno / Alberto Fijo

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