BSO Up in the air | Jason Reitman es de los directores actuales que más confianza deposita en la banda sonora. En Juno ya mostró un gusto muy acertado para escoger canciones como All I want is you, con la que se inicia la película, o Anyone else but you, que cantaban Michael Cera y Ellen Page al final. Con estas canciones Reitman daba un tono optimista a una película juvenil con toques dramáticos.
En Up in the air, su mejor película en opinión de casi todos, vuelve a escoger una docena de temas en que la guitarra y la voz son los protagonistas absolutos. Esta vez el tono es aún más intimista, hasta lograr un contraste muy conseguido con la frialdad metalizada de los aeropuertos, el fondo perfecto de una película sobre las relaciones humanas congeladas, in the air.
Con canciones como Going home de Dan Auerbach o Taken it all de Crosby, Stills & Nash (un tema influenciado por las melodías más cinematográficas de Simon & Garfunkel), la película mantiene un tono nostálgico en su primera parte. Este dramatismo se desborda en los últimos minutos del metraje (durísimos y valientes minutos que hacen que la película sea enorme) con canciones muy inspiradas que adquieren un total protagonismo al sustituir en muchas escenas al diálogo. Así sucede con la melodía The snow before us o la canción que cierra la película, Up in the air, del primerizo Kevin Renick.
La música incidental de la película se limita a dos melodías compuestas por Rolfe Kent (autor del tema central de la serie Dexter y creador de bandas sonoras correctas como 17, otra vez o Los fantasmas de mis ex novias), que en Up in the air realiza su mejor trabajo. En Security ballet, utilizada en la lección magistral de Clooney a su inexperta discípula sobre «el arte de viajar», Kent utiliza sonidos tribales (tambores, timbales, etc.) para reflejar la jungla que supone el ambiente competitivo e inhumano que representa el protagonista de esta película. La utilización de estos instrumentos recuerda mucho al tema central de American beauty (Dead already, de Thomas Newman), película que también pretendía indagar en la competitividad y superficialidad de las relaciones sociales.
En la otra melodía incidental de Kent (Lost in Detroit) los sonidos superpuestos de ecos de guitarra terminan fundiéndose con el violín. Es una manera interesante de reflejar la vertiginosa velocidad de la vida del protagonista, que finalmente acaba derivando en una profunda soledad.
Música incidental: Rolfe Kent
Canciones: Sharon Jones & The Dap-Kings, Dan Auerbach, Crosby, Stills & Nash, Elliott Smith, Sad Brad Smith, Charles Atlas, Roy Buchanan, Gram. Nash, Kevin Renick
Sello: Rhino
Duración: 39 minutos
Precio: 15,95 €