BSO Verbo

En la banda sonora de Verbo la composición va enriqueciéndose a lo largo de la pelí­cula, acompañando a la protagonista en su búsqueda de la belleza

Verbo, de Eduardo Chapero-Jackson
Verbo, de Eduardo Chapero-Jackson

BSO Verbo

El cine español sigue avanzando en géneros hasta ahora prohibidos como la ciencia-ficción. En los últimos meses Verbo, de Eduardo Chapero Jackson, Extra­te­rres­tre, de Nacho Vigalondo, y Eva, de Kike Maillo, han demostrado que se puede tener personalidad en este género sin plagiar al cine norteamericano.

En el caso de Verbo la música tiene un valor esencial para la inmersión en la lírica futurista que no desprecia a los clásicos. Chapero-Jackson hace una simbiosis pe­ligrosa pero eficaz entre El Quijote, el conócete a ti mismo esculpido en el templo de Delfos, el rap y el arte de los graffitis callejeros.

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La música del compositor francés Pascal Gaigne (Caen, 1958), residente en San Se­bastián, se une al rap de tendencia filosófica de Nach (Albacete, 1974), que compo­ne parte del guión y la canción final de la película titulada Palabras. Gaigne es un compositor que ya ha demostrado en numerosas ocasiones su personalidad musi­cal gracias fundamentalmente al uso del violín, el piano y algunos instrumentos de cuerda como el arpa. Entre sus trabajos destaca la música de películas tan diversas como El sol del membrillo, de Víctor Erice, Azuloscurocasinegro, de Daniel Sán­chez Arévalo, o Siete mesas de billar francés, de Gracia Querejeta.

En la banda sonora de Verbo la composición va enriqueciéndose a lo largo de la pelí­cula, acompañando a la protagonista en su búsqueda de la belleza. Chapero-Jack­son utiliza con acierto la combinación de silencio, voz en off y música dejando espa­cio suficiente a la reflexión sin descartar la emoción de los momentos de clímax (la lle­gada de la protagonista al centro de Madrid, la recitación de El Quijote, el epílogo fi­nal). En estos momentos se opta por una música de violín de gran capacidad lírica que acompaña sin saturar (no es fácil mostrar con música la fascinación que genera el encuentro de la belleza sin caer en el exceso de instrumentos o en la cursilería).

¿Y qué pinta Nach en todo este concierto? Nach no es un rapero de verso fácil. Tam­poco es Aristóteles ni Lope de Vega, pero es un artista que sabe escribir buenas ri­mas que definen con exactitud la desnudez existencial de una adolescencia que nave­ga teniendo de todo en el aspecto material, pero con enormes carencias espiritua­les en un mundo cínico, vacío de verdad y belleza. Nach suele ser beligerante y anti-sis­tema como buen cantante de rap. Pero en su alianza con Chapero-Jackson da una respuesta más esperanzadora a la juventud. Así se explican algunos versos de su canción que anima a los jóvenes a que dejen de quejarse y se esfuercen por mejo­rar las cosas que no funcionan: «sé tu el cambio que quieres ver en el mundo. Cuan­do nadie te defiende, cuando el resto no comprende que eres especial y que no caes en la espiral superficial que arrastra a otros que no ven que la inercia y el vicio les dejó fuera del Edén. Así que saca de una vez por todas tu pasión, tu furia, pa­sa a la acción arrinconando a la penumbra».

Otro acierto de Nach es mantener el violín y el piano como instrumentos fundamen­tales de su canción, facilitando la inmersión en la banda sonora de Pascal Gaig­ne y su respeto a la belleza clásica que se funde con el modernismo del rap.

BSO VerboVerbo

Autor: Pascal Gaigne/Nach  Sello: Quartet Records  Precio: 13,99 €  Duración: 67 min.

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