Música de cine: El Laberinto del Fauno
Compositor, productor, orquestaciones: Javier Navarrete.
Director de orquesta: Mario Klemens.
Interpretado por: Orquesta Filarmónica y Coro de la ciudad de Praga.
Año de lanzamiento: 2006.
Discográfica: Milan Records. Duración: 73 min.
Javier Navarrete (El mar, El espinazo del diablo, El alquimista impaciente), cumplidos los 50 y transcurridos 20 años desde su primer trabajo para un largometraje, ha cobrado fama internacional gracias a esta película de Guillermo del Toro. El tema principal es cautivador: una inocente nana que en un principio tararea Ofelia, la joven protagonista, y que a lo largo de toda la partitura se nos presentará con diferentes variaciones e instrumentos.
Navarrete exprime esta melodía muy inteligentemente, sabiendo sacar de ella sensaciones muy diversas, y llegándola a hacer incluso desgarradora en su melancolía. Su único punto débil es la excesiva insistencia con que se recurre a ella, aunque este obstáculo es compensado en gran parte gracias a la gran belleza de esta pieza.
Pero el resto de la música no desmerece en absoluto. No se trata de una banda sonora cimentada únicamente en un único tema. Son muchos y memorables los diferentes leitmotivs que el compositor nos ofrece, sabiendo captar en ellos los rasgos personales de distintos personajes. Sin embargo, de principio a fin, e incluso al margen de leitmotivs, toda la música es densa, expresiva y muy trabajada, sin apenas desperdicio.
Si bien la parte inicial es fundamentalmente melódica y luminosa, progresivamente se va tornando oscura, amenazante. Entonces, la armonía cede lugar a técnicas más disonantes y violentas, pero igualmente fascinantes. También se observa una dicotomía en la diferenciación de dos sonidos en la música, que se corresponden con los dos mundos de la película: el real y el fantástico.
La orquestación en El Laberinto del Fauno está muy cuidada, con muy acertadas elecciones de instrumentos para cada momento. Desprende un sonido clásico, acentuado por la predominante sección de cuerda, con un magnífico piano y unos coros que subrayan el aspecto fantástico de la historia.
El compositor turolense se muestra creativo e inteligente. Le aventuramos un éxito internacional similar al del francés Alexandre Desplat.
Alejandro Gómez Yepes