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Eva al desnudo (1950), Joseph L. Mankiewicz (parte 2)

Mankiewicz, al comienzo del invierno de 1949, en tan sólo seis semanas escribió uno de los guiones más redondos y acabados que se hayan escrito jamás

Eva al desnudo, de Joseph L. Mankievicz

Eva al desnudo (1950), Joseph L. Mankiewicz (parte 2) Parte 2:  Estructura del guión

· Eva al desnudo: Y nada más leerlo, Zanuck se entusiasmó con el guión de Mankiewicz y decidió que asumiría aquel proyecto como una producción personal.

Nada más leer The Wisdom of Eve, Mankiewicz escribió una carta a Darryl F. Zanuck, Jefe de Producción de la Fox, en la que estaba bajo contrato como director-guionista. Recomendó con entusiasmo la compra de los derechos y señaló que «esa historia encierra una idea muy original que puede ser combinada con otras. Será un magnífico papel para Susan Hayward«. Después de un par de entrevistas, Darryl accedió a la petición y compró los derechos una semana después por 3.500 dólares. En esa rápida aceptación pesó el reciente éxito de Carta a tres mujeres, fantástica recreación del mundo femenino que unos meses más tarde sería recompensada con un doble Oscar para Mankiewicz: mejor director y mejor guión adaptado.

El cineasta de origen alemán se metió inmediatamente de lleno en la tarea de escribir la primera versión del guión. Mantuvo todos los personajes creados por Mary Orr, con excepción del marido británico de Margola, e incorporó otros personajes que dieran a la historia más peso y entidad. La protagonista se llama ahora Margo Channing y es también una estrella de Broadway, pero no está casada: se ha enamorado de un director americano, Bill Sampson, que es ocho años más joven que ella. También su edad ha cambiado: no es ya la «bien entrada en los cuarenta» que nos presenta Mary Orr, sino que es algo menor: está a punto de cumplir los cuarenta, «el punto crítico más importante en la vida y en la carrera de una actriz», señala Mankiewicz, el momento en que la belleza se atenúa y los papeles empiezan a escasear. Entre las mejores aportaciones del guionista a la historia inicial está la creación de una acertada fauna de personajes secundarios que van a actuar como testigos excepcionales de la pugna entre Margo y Eva: en primer lugar Addison De Witt, el crítico teatral, que esconde su carta más valiosa; en segundo lugar Birdie Coonan, la sirvienta de Margo, que será la primera en descubrir las ocultas intenciones de la joven aspirante a actriz; y después otros más variopintos e histriónicos, como el inquieto productor Max Fabian, la inocente maniquí Miss Caswell (interpretada por Marilyn Monroe), o la nuevamente intrigadora Phoebe, que toma el testigo de Eva al final del guión.


La primera versión de la historia, entonces rebautizada como Best performance, no pasó de un simple bosquejo, pues Mankiewicz estaba muy ocupado en esas fechas escribiendo el guión de No way out (1950), para después dirigir la película. Finalmente, al comienzo del invierno de 1949, el cineasta quedó libre de sus compromisos y pudo irse a su rancho San Ysidro, cerca de Santa Bárbara, para desarrollar el tratamiento de Best performance. Allí se puso de relieve su maestría como narrador, pues en tan sólo seis semanas escribió uno de los guiones más redondos y acabados que se hayan escrito jamás. Diálogos brillantes, escenas de tensión contenida y desarrollos inusuales de personajes. Todo un fantástico ejercicio de creatividad narrativa.

En enero de 1950 remitió el guión a Darryl Zanuck, que además de ser el responsable máximo de todas las películas «A» de la Fox solía producir personalmente una o dos películas cada año. Y nada más leerlo, Zanuck se entusiasmó con el guión de Mankiewicz y decidió que asumiría aquel proyecto como una producción personal.

La intervención de Zanuck

Desde aquella decisión empezó a actuar como productor del proyecto, introduciendo anotaciones en el borrador de Mankiewicz. Una de esas notas la escribió en la página dos del guión, en el largo parlamento en off de Addison De Witt durante la solemne ceremonia de la entrega del premio Sarah Siddons. En esa secuencia inicial, Addison De Witt exclama: «Ninguna luz más brillante que la de Eva Harrington ¡Eva…! Déjenme que les hable de Eva. Yo les contaré todo sobre Eva…». Zanuck redondeó con su lápiz grueso la frase «todo sobre Eva» (all about Eve, en el original), que sería el título definitivo de la cinta. Un homenaje a ese título -oculto en la dudosa traducción al español- es el nombre de la película de Almodóvar Todo sobre mi madre (2001), en la que se menciona varias veces el filme de Mankiewicz y hasta se incluye un breve clip de una de las secuencias.

Eva al desnudo (1950), Joseph L. Mankiewicz

A partir de aquella nota en el guión, la película adquirió su actual denominación. Pero no fue la única nota en el borrador. Con su famoso lápiz y su habitual estilo cáustico, garabateó casi todas las páginas del guión de Mankiewicz. La mayoría de sus comentarios tenían como propósito disimular las arteras intenciones de Eva y evitar que la audiencia las descubriera demasiado pronto. Cuanto más dulce e inocente pareciera al principio, más fuerte sería el golpe final. De ahí anotaciones como ésta: «Procura que los celos de Birdie no pongan en evidencia que Eva es una arpía»; «¿Vamos a decírselo todo tan pronto?», etc. Así, el guión incluía una escena en la que Eva se encuentra con Bill Sampson en el camerino, procura caerle en gracia y termina por besarle. Zanuck anotó: «Gran error. Eva es demasiado inteligente como para intentar un ataque tan temprano». La escena del encuentro se quedó en el guión, pero se eliminó lo relativo al beso.

Algunos discursos demasiado largos fueron acortados por Zanuck con una nota marginal del tipo: «Lo anterior vale por todo lo que sigue». Y algunos de sus célebres comentarios («Hazlo más claro. Esto puede ser confuso») se prodigan también sobre esa copia del borrador. Pero donde hubo un mayor trabajo de Zanuck fue en la última parte del guión, donde Mankiewicz había incluido una serie de escenas que mostraban sibilinamente el calculado acercamiento de Eva hacia Lloyd Richards: en la terraza de un café, en el apartamento de Lloyd con Karen presente, en el mismo lugar más tarde pero sin Karen, en la habitación de Eva, y Lloyd saliendo muy de noche a buscar a Eva tras la falsa llamada telefónica de una amiga. Eran cuatro páginas del guión que Zanuck decidió cortar íntegramente con una fuerte anotación en el margen: «Soso, aburrido, obvio… Es un error. Toda la relación entre Eva y Lloyd debe desarrollarse fuera de la pantalla y ser levemente sugerida en el guión… En su lugar bastará una breve escena durante los ensayos». Y así quedó en la versión definitiva del guión y también en la película.

Todas las indicaciones de Zanuck eran ciertamente muy cautas y certeras, y la práctica totalidad fueron incluidas en la versión final del guión. Todas menos ésta: «Creo que la mención de mi nombre en la página 32 del guión puede ser juzgada por el público como una suerte de autocomplacencia, tratándose de una película en la que estoy implicado. Pienso que puede quitarse sin pérdida alguna». La escena en cuestión es aquella en que Bill Sampson muestra su impaciencia con Margo:

Bill: Los aviones tienen reloj, incluso aunque tú no los tengas. Empiezo a rodar el próximo lunes. Y Zanuck está impaciente, me quiere, me necesita.

Margo: ¡Zanuck, Zanuck, Zanuck! ¿Qué sois vosotros dos? ¿Amantes?

Tras esta primera serie de sugerencias, el guión quedó prácticamente perfilado, de forma que las subsiguientes revisiones y tratamientos no introducirían ninguna novedad esencial. El guión entraba en la fase siguiente: la determinación del cásting.

Eva al desnudo (1950), de Joseph L. Mankiewicz (parte 1)

Eva al desnudo (1950), de Joseph L Mankiewicz (parte 3)

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Eva al desnudo (1950), de Joseph L Mankiewicz (parte 5)

 

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