1001 películas que hay que ver antes de morir
Maravillosamente editado y diseñado, con una selección representativa y generosa de fotografías, 1001 películas es un libro de consulta muy completo. Cada película tiene un comentario breve de prestigiosos críticos de cine de todo el mundo, una ficha técnica que incluye las nominaciones y premios importantes, alguna anécdota del rodaje o del estreno y una cita relacionada.
Aunque en los comentarios críticos hay una carencia importante de síntesis en la descripción del argumento, la mayoría de reseñas tienen un toque personal y un apunte enriquecedor (algo que no es fácil al comentar clásicos tan analizados como El ladrón de bicicletas, Casablanca, El padrino o La guerra de las galaxias).
Cada una de las películas se contextualiza dentro de la historia del cine, descubriendo influencias y cercanía estilística entre cineastas. Este tipo de comparaciones enriquece el contenido y sirve para mostrar la universalidad del cine.
Si algo se le puede recriminar al libro es la selección que hace de las películas “necesarias”. Es un debate eterno entre cuáles deberían estar y cuáles no. Por eso se advierte en el prólogo de Ian Haydn Smith (escritor de otro clásico de las listas cinematográficas como TCM International Film Guide) que “todo depende de los gustos personales. Lo cierto es que cada uno de los títulos provocará algún tipo de reacción, buena o mala, pero nunca indiferente”.
Efectivamente es fácil reaccionar al ver que se incluyen 8 películas de Jean-Luc Godard (las mismas que de John Ford), 7 de Federico Fellini, 5 películas de Paul Verhoeven, Oliver Stone y Ang Lee (igualados con Fritz Lang o Charles Chaplin), 4 de Nicholas Roeg (coincidiendo con Dreyer o Max Ophuls), 3 de Jim Jarmusch y Pedro Almodóvar (al nivel de F.W. Murnau, Clint Eastwood, Yasujirô Ozu o Vittorio De Sica) y 2 del mismísimo Michael Moore.


Mientras, otros directores como De Mille, Hathaway, Shyamalan, Miyazaki, Wang, Gibson o Arcand solo tienen una representación. También hay algunos nombres importantes olvidados como Berlanga o Koreeda a favor de directores como Joss Whedon, Roland Emmerich o Guillermo del Toro.
Dentro de la selección de grandes cineastas desconcierta el excesivo número de películas escogidas de Hitchcock (16), Bergman (10) o Steven Spielberg (9). De este último resulta curioso que entre las seleccionadas estén El color púrpura y Lincoln, dejando fuera El imperio del sol, Indiana Jones y la última cruzada, Inteligencia Artificial, Minority Report o Munich.
Probablemente, la gran virtud del libro es que anima a ver buen cine recordando títulos interesantes algo olvidados como La amargura del General Yen, de Capra, Desengaño, de Wyler, Make Way for Tomorrow, de McCarey, The Battle of San Pietro, de Huston, Noche y niebla, de Resnais, Campos de sueños, de Robinson, o La boda de Muriel, de Hogan.


Steven Jay Schneider (coord.)
Editorial Grijalbo
Barcelona, 2013
960 páginas. 18,90 €