· Kawase es una artista obsesionada con el tiempo y con la relación. Sus raíces están en su familia, padres ausentes, tía abuela presente.
José Manuel López, crítico en Caimán y antes en la difunta Cahiers du Cinéma España, coordinó un interesante trabajo que presentó y acercó al público español a una cineasta fuera de lo común y poco conocida en ese momento.
El trabajo estaba a punto de entrar en prensa cuando Naomi Kawase obtuvo la Palma de Oro en Cannes 2007, por El bosque del luto. Probablemente, a causa de ese premio, la película se estrenó en España: fue la primera obra de la directora japonesa (Nara, 1969) que llegó a nuestras pantallas.
En 2015 se estrenaron en España Aguas tranquilas (película reseñada por Alberto Fijo, director de FilaSiete, que la califica como sublime y le otorga una valoración de 10) y Una pastelería en Tokio (la analiza José M. García Pelegrín en Cine Pensado 2015, libro editado por FilaSiete), dos obras exquisitas, muy diferentes entre sí, pero que beben en la misma fuente y comparten muchos de los temas que son la constante de esta cineasta. Este libro no solo es casi el único que se puede conseguir sobre la cineasta nipona, sino que no ha perdido actualidad desde su publicación hace ocho años.
López y su equipo conocen bien la extensa y variopinta producción de Kawase, treinta películas de muy diverso género y duración, pero todas valiosas, integrantes del todo -formal y temático- que es su cine.
El análisis que hacen, presentado en forma de cuadernos (Cuaderno de Viajes, Cuaderno de Sombras, Cuaderno de Afectos, Cuaderno de Formas y Cuaderno de Notas -este último consta de dos entrevistas a la cineasta-) es detallado y profundo. Una abundante y bien escogida colección de fotogramas completa y explica los textos de estos cuadernos.
Kawase es una artista obsesionada con el tiempo y con la relación. Sus raíces están en su familia, padres ausentes, tía abuela presente; en su ciudad, Nara, que fue capital de Japón hace siglos; en la naturaleza y en la cultura tradicional de su país; huye de la tecnología moderna, le gusta la presencia física, la plasticidad de las cosas. Su cine es siempre autobiográfico y ella es la protagonista de casi todas sus películas. El cine de Kawase no es nada convencional, se trata de una artista que se expresa a través del cine, y como artista, impresiona, conmueve siempre.
El cine en el umbral. Naomi Kawase. José Manuel López (ed.). T&B.
Madrid (2008). 179 páginas. 20 €