El director es la estrella (II)
Hace unos meses reseñamos el primer volumen de El director es la estrella, que incluía entrevistas a los directores que tuvieron mayor libertad creativa en la etapa dorada de Holllywood: Hitchcock, Capra o Wyler. En esta segunda parte, los protagonistas son directores que lograron un estilo personal con un mayor control de los productores. No eran los artistas más reconocidos de la industria, pero aún así lograron una filmografía muy influyente. Entre ellos están Sidney Lumet, Robert Aldrich, Otto Preminger, George Cukor, Edgar G. Ulmer, Leo MacCarey o Don Siegel.
Bogdanovich entrevista desde la admiración, de manera simpática y atrevida. Se nota que ha sido director y que sabe de lo que habla. Sorprende el conocimiento que tiene de la filmografía completa de cada uno de los directores, algo que en muchos momentos conmueve a los entrevistados. En algunos casos, quizás el repaso de algunas de las primeras y desconocidas películas de estos directores peque de exhaustivo. Sin embargo, Bogdanovich lo considera esencial para entender mejor al artista, y también para reivindicar títulos que forman parte de los comienzos de la Historia del Cine.
La entrevista de Leo MacCarey es probablemente la más interesante. A pesar de que este director irlandés y divertido, responsable de grandes películas como La pícara puritana, Sopa de ganso, Siguiendo mi camino o las dos versiones de Tú y yo, responde desde una cama de hospital, la entrevista es muy amena y clarificadora. Según Bogdanovich en ella se encuentran los momentos más divertidos del libro. “Le conocí en noviembre de 1968, en la habitación de un hospital de Santa Monica, un año antes de morir. Aún en esas circunstancias entendí por qué decían de él que era uno de los hombres más ingeniosos de la industria del cine y uno de los mejores oradores”.
El director es la estrella (II). Peter Bogdanovich. T&B Editores. Madrid, 2008. 288 páginas. 21,50 €.