Heroínas o princesas: la evolución de las protagonistas de Disney. De la manzana asada a la manzana helada
La Universidad Villanueva acogió la presentación del libro Heroínas o princesas: la evolución de las protagonistas de Disney. Su autora, Ana Vicens Poveda, estudió Comunicación Audiovisual allí y defendió brillantemente su tesis en la Universidad Complutense, una tesis dirigida por el profesor Fernando Hernández Barral, miembro de la redacción de FilaSiete.
«Resulta duro enfrentarse a las películas que marcaron tu infancia para criticarlas», comentó la autora con buen humor delante de un público dispuesto a participar en un coloquio sobre un tema que familiares, amigos, colegas de estudios y profesores de la autora conocen. Vicens se ha enfrentado a un asunto de enorme actualidad con un enfoque sugerente, que le ha permitido llegar a conclusiones que pueden compartirse o no, pero están muy bien articuladas y son fruto de un estudio profundo de la cuestión.
El ensayo de Vicens habla de lo viejo y lo moderno, lo bello y lo que no lo es tanto, la bondad y la maldad… Y así podríamos mencionar un sinfín de dicotomías que conectan el mundo ‘antiguo’ de las princesas Disney y el mundo actual, con las futuras heroínas del castillo (el Alcázar de Segovia, como es bien sabido) del estudio norteamericano. ‘Antiguo’ va entre comillas porque, como magistralmente comenta Ana Vicens en su escrito, las princesas Disney están más vivas que nunca. Desde la aparición de la primera de ellas, Blancanieves, hasta las más recientes, las hermanas Anna y Elsa de Frozen (2013).
El libro, con una estructura sencilla y clara, se gana la atención del lector más escéptico para introducirlo de lleno en un mundo de ilusiones y sueños. Porque, no lo olvidemos: Disney es «La máquina de los sueños». Hay en el texto de Vicens sorpresas y alguna que otra revaloración de las historias con las que crecimos. Para mostrar la evolución de estos iconos de la feminidad infantil, es necesario hablar del pasado, del presente y del futuro.
Vicens divide su análisis en tres etapas: la primera, con Walt Disney al frente, bebe de los cuentos europeos clásicos para representar su modelo de princesa en la película de 1937: Blancanieves y los siete enanitos. En la segunda etapa, la empresa opta por una princesa, aparentemente más liberada pero igualmente dependiente de los demás personajes (especialmente de los masculinos), como en La sirenita (1989). Y, por último, la etapa que se podría considerar más feminista con la película más taquillera de Disney hasta la fecha: Frozen (2013).
Ahondando en el lenguaje cinematográfico de las películas y en el impacto que producen en los niños, Vicens ofrece una visión crítica de la feminidad en las princesas Disney, sin caer en maniqueísmos ni frivolidades que hacen de la lectura del libro algo profundamente valioso y constructivo. Interesante también resulta la aparición de conceptos como alfabetización audiovisual, que urge a los educadores a informar y formar a adultos y pequeños sobre las consecuencias de la consumición sin filtros críticos de determinados caracteres y estereotipos que representan personajes aparentemente modélicos.
Ignacio Albareda
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