Hoy es… cine

Lost in translation, de Sofia Coppola
Hoy es… cine (2011)

Hoy es… cine | El caso de Francisco J. Fernández es, sin duda, especial. Buen conocedor del Séptimo Arte y autor de varios libros relacionados con el tema, dirige desde hace años el diario Correo Farmacéutico, donde ha publicado -y también en Diario Médico– centenares de reseñas de estrenos cinematográficos. Su mirada cinéfila impregnada de hondo humanismo da a sus comentarios un valor muy especial. Ahora reúne más de un centenar de estas críticas, con la particularidad de que se trata en muchos casos de obras maestras, de magníficas películas o al menos son altamente representativas del actual momento cultural.

Acierta Fernández en la agrupación temática de las películas, con capítulos de títulos tan sugerentes como «Cine y sociedad. Un mundo frágil», «El drama. Una bandera al revés», «Cine, política y denuncia. A la sombra del 11-S», «El cine policíaco. El rostro del mal», «La ciencia ficción. Imágenes del futuro», «El cine de terror. Callejón sin salida», «La comedia. Risas estériles», «El cine infantil. Larga vida al rey Disney… Pixar», «El cine en Europa. Un continente por construir» y «El cine español. En busca de quien le escriba». Pero es que, además de presentar las reseñas de las películas tal como las escribió en su día, en el momento del estreno, cada capítulo va precedido de unas sabrosas páginas en que se hace el ejercicio de mostrar el subtexto, el humus social y cultural donde se larvan los puntos de vista de las distintas obras.

No es baladí el punto de vista del autor, que hace diagnósticos valientes, poniendo el dedo en dolorosas llagas. Un botón de muestra, opinando sobre el cine que busca primordialmente hacer caja: «El cine comercial se ha metido en un callejón sin salida. Castrado por una superficialidad pasmosa, maniatado por el raquítico discurso de lo políticamente correcto y borracho de autocomplacencia, lleva dos décadas huyendo hacia delante tirando de espectáculo de acción y de efectos especiales». Palabras duras, pero lúcidamente cercanas a la realidad.

Sin ánimo de ser exhaustivo, en «Cine y sociedad» se señala cómo películas estilo A propósito de Schmidt o Lost in Translation procuran «revisar esquemas», «reflexionar sobre dónde puede estar el problema de un vacío generacional que va mucho más allá de la crisis de lo 40». O a la hora de abordar el nuevo cine político el autor subraya, «un temor evidente hacia un enemigo más abstracto que el antiguo comunismo», y «las dudas acerca de la propia sociedad occidental».

No es optimista Fernández acerca de la deriva de la ciencia ficción, término que entiende de un modo amplio, pues allí incluye las películas de superhéroes, donde cree que «la pura acción se ha impuesto a cualesquiera otras posibilidades», diagnóstico contundente, aunque cierto en la mayoría de los casos, títulos como El caballero oscuro son la excepción. También en la comedia la apelación a los clásicos lleva a lo inevitable, constatar la decadencia del género, salvo títulos valiosos como Midnight in Paris. Tiene razón el autor al señalar que «es paradójico que, supuestamente liberada la comedia de hoy día de censuras y corsés culturales y quebrados el tono y la elegancia de la comedia clásica, no haya ido más allá en muchos casos del uso del chiste basto y el abuso del sexo en diálogos e  imágenes», para concluir que «la falta de imaginación se suma a un discurso muy políticamente correcto, en absoluto transgresor,  que se contenta con practicar una burla tan brusca como inofensiva sobre las debilidades, manías y usos de esta acomodada, anestesiada sociedad occidental».

Conviene destacar las páginas dedicadas al cine europeo, donde el cine trata de cerrar heridas de un pasado reciente doloroso, véase La vida de los otros. Pone Fernández el dedo en la llaga cuando se refiere a los peligros de «demagogia política, hipocresía, descreimiento y mala conciencia», que «estarían socavando la convivencia y comprometiendo el presente y el futuro de Europa».

¿Y España? Pues citando a Concha Velasco muy acertadamente, recuerda que es «un cine de marginales», o sea, hay directores valiosos, pero falta una cercanía con el público y el desarrollo de una industria digna de ese nombre.

Hoy es… cine. Una mirada al séptimo arte del siglo XXI
Francisco J. Fernandez
AEFLA. Madrid (2011)
381 páginas. 18 €

Suscríbete a la revista FilaSiete

Salir de la versión móvil