El pasado mes de septiembre, en el Festival de Venecia, Peter Bogdanovich presentó la comedia She’s funny that way. Habían pasado 14 años desde su última película, The Cat’s Meow (que no tuvo gran éxito). En los medios se comentó mucho el regreso de Bogdanovich, y se recordó al gran director de The Last Picture Show (La última película). Para el gran público, era -es- un desconocido. El libro de Giacci es una magnífica introducción a este director de trayectoria errática.
Peter Bogdanovich fue un nombre importante en los años 70; fue uno de los jóvenes directores, junto con Francis Ford Coppola, Friedkin, Lucas y algunos más, que resucitaron un Hollywood en crisis. Comenzó a dirigir apadrinado por Corman y conoció una ascensión meteórica con tres notables películas que fueron tres grandes éxitos: La última película, Luna de papel, ¿Qué me pasa doctor? Luego, la suerte le fue esquiva y en general tuvo poca fortuna con la crítica y poco éxito de público. Sin embargo, al examinar de cerca su filmografía no hay menos calidad, pasión o belleza en sus películas fracasadas que en las que le dieron fama. Hay además una fuerte coherencia temática desde la primera hasta la última; y ninguna de ellas ha envejecido mal.
Es significativo del destino de este director que el libro de Vittorio Giacci sea prácticamente el único disponible sobre Bogdanovich, y que siendo un libro de 1997 -de hecho la puesta al día de un libro escrito en los 70-, apenas necesita actualizarse. Solo le falta un título para tener la filmografía completa (en 2002 Giacci volvió a corregir el libro para la edición en italiano).
El libro está dividido en tres partes: «El crítico», «El director» y «Las películas». Las tres juntas, como los tres colores básicos, forman la imagen perfecta de un hombre locamente enamorado del CINE, así, con mayúsculas. Y ésa es la clave para entender su manera de trabajar, y también para entender sus películas. Giacci sigue este hilo conductor y muestra cómo el amor al cine, y sobre todo al gran cine clásico de Hollywood, guía la obra de Bogdanovich, la dota de una singular coherencia, y le permite continuar pese a los repetidos fracasos. También muestra que la falta de éxito comercial no se debe a fallos en su obra.
Peter Bogdanovich es, fundamentalmente, un estudioso del cine, un escritor de cine. Su obra escrita es muy importante. En más de una ocasión ha declarado que se dedicó a la crítica cinematográfica «para ver películas gratis». Su formación consistió en ver, en sala, cientos de películas, sobre todo los clásicos. Más tarde destacó por sus libros sobre Welles, Hawks y Ford. Solo después pasó a la dirección, sin proponérselo, sin buscarlo, sin considerarse preparado y sin dejar de escribir.
Como estudioso del cine, y enamorado del objeto de su estudio, Bogdanovich ha reflexionado mucho y opinado mucho sobre el cine, y Giacci llena las primeras decenas de páginas de su libro con sus citas sobre el cine y los cineastas -ha conocido y tratado a la mayoría de los grandes directores de la época clásica-. Sus citas apuntan todas en la misma dirección: todo se ha dicho, todo se ha hecho, adora el cine clásico, detesta el moderno (siempre referido a Hollywood).
Su cine, Giacci lo destaca en su análisis de las películas, apenas ha variado desde su primera película El héroe anda suelto (Targets, 1968): una narrativa clásica, correctísima; fotografía esmerada, utilización inteligente del color; sin banda sonora, el sonido y las melodías son siempre tomadas del directo; y referencias -guiños de amor- al cine clásico. Al mismo tiempo hace una reflexión, normalmente pesimista, del mundo de hoy.
Tras sus tres grandes éxitos, su trayectoria ha conocido altibajos, pero no su cine, que sigue siendo sólido, coherente y una declaración de amor al CINE. La última película reseñada, Esa cosa llamada amor, es, probablemente, la más original, con la música de protagonista absoluto, y con un optimismo ingenuo, realmente delicioso. The Cat’s Meow, su única película ausente, está en la línea de su Nickelodeon, dramatiza las extrañas circunstancias que rodearon la muerte de Thomas Ince, uno de los pioneros del cine, y resulta demasiado farragosa y críptica para no iniciados.
Peter Bogdanovich
Vittorio Giacci
Euskadiko Filmategia
San Sebastián, 1997
243 páginas. 18 €