Roger William Corman nació en Detroit en abril de 1926. Siguiendo los pasos paternos estudió ingeniería en la Universidad de Stanford. Al contrario que su padre, al terminar la carrera no tenía demasiado interés por la profesión y prefirió dedicarse al cine que, ya entonces, le apasionaba. Empezó en la 20th Century Fox como mensajero, allí terminaría siendo analista de historias.
Tras un viaje por Europa volvió a Estados Unidos con la intención de ser guionista y productor. En 1953 vendió su primer guion, que fue realizado un año más tarde. El resultado le asombró tanto -muy diferente de lo que él había concebido- que se hizo productor y más tarde director. Gracias a él la AIP (American-International Pictures) se convirtió en una de las productoras independientes de mayor éxito. Corman se erigió en un auténtico maestro en la realización de películas baratas que rodaba a toda velocidad.
Todo el mundo sabe que comenzó a dirigir sin haber pasado por la escuela de cine, que su primera película fue Cinco pistolas (1955), que durante los siguientes quince años rodó muchas (53) películas, y que su gran obra constituye una colección de adaptaciones de relatos de Edgar Allan Poe, la mayoría de ellas con la presencia de Vincent Price. Es menos conocido que al mismo tiempo Corman desarrolló una intensa labor de producción y distribución de gran importancia.
Joaquín Vallet Rodrigo y Teresa Llácer hacen un análisis detallado de todas y cada una de las películas que dirigió Corman, mostrando el valor, pequeño o grande, de cada uno de sus títulos. Al contrario de lo que suele ocurrir, no se detienen especialmente en la serie de Edgar Allan Poe y descubren un conjunto de títulos interesantes e ignorados entre una masa de cintas que no lo son tanto. También encuentran un auténtico hallazgo, que hay una serie de constantes temáticas en la obra de Corman, dignas de mención, que han sido habitualmente ignoradas al referirse al “rey de la serie B”.
Sin proponérselo, los autores muestran la evolución del cine de Hollywood a lo largo de tres décadas y resulta ilustrativo ver la importante influencia que Corman ejerció en la industria del cine. Al estar al margen del sistema, aunque siempre soñó y se esforzó por ser aceptado por los grandes estudios, marcó tendencias dentro de la industria, reinterpretó los géneros cinematográficos y supo anticiparse a algunos de los movimientos culturales que afectaron la sociedad en los años setenta. De ahí que ahora se le considere director “de culto” por varias de sus películas.
Subrayan Vallet y Llácer la importancia de lo que sería la escuela Corman, ya que él dio la alternativa a directores y actores del calibre de Francis Ford Coppola, Ron Howard, Martin Scorsese, Jack Nicholson, James Cameron, Robert De Niro, Peter Bogdanovich, Joe Dante o Sandra Bullock.
Una obra entusiasta que en ningún caso oculta las carencias de este director y da pie a importantes reflexiones que podrían terminar en nuevos estudios de valor.
Roger Corman: Poe, monstruos y extraterrestres
Joaquín Vallet Rodrigo, Teresa Llácer
T&B Editores. Madrid (2016)
344 páginas. 21 €