The Crown: las joyas de la corona
El tipo de joyas que utilizan los personajes de esta cuidada producción británica añade identidad y carácter a los mismos. En una serie como The Crown, la ambientación histórica es tan importante como el guion o la interpretación de los actores. Eso incluye el vestuario y también las joyas, diseñadas a imitación de las piezas con las que los miembros de la Casa de Windsor se engalanan en la vida real.
Las joyas adquieren un papel aún más relevante en la cuarta temporada de la serie de Netflix con la aparición del personaje de la princesa de Gales. De tal forma que, en uno de los episodios, se dedica una secuencia al momento en el que la joven escoge su anillo de compromiso.
La mayor parte de las joyas mostradas en esta serie son falsas, no por contar con poco presupuesto, sino porque es más sencillo grabar con bisutería que con joyería real debido al brillo intenso que emana de las piezas originales y que se convierte en un contratiempo para la grabación.
Hablemos de algunas de las joyas reproducidas en The Crown.
La tiara Fringe
En la serie se aprecia que Isabel lució esta joya en su boda con Felipe de Edimburgo en el año 1947.

Llamada “The Queen Mary Diamond Fringe Tiara” se trata de una tiara de diamantes con una gran historia familiar que se ha convertido en un símbolo generacional de la Casa Real británica. Es una de sus joyas más destacadas. Fue creada originalmente como collar en el año 1830. La reina Victoria la llevó en su boda en 1840. Posteriormente se la regaló a la reina María cuando se casó. En el año 1919 el collar fue transformado por petición de María en tiara por los joyeros Garrard and Co. Esta firma hizo también el anillo de compromiso de la princesa Diana. La reina madre Isabel en 1947 cedió a su hija, la futura Isabel II, la tiara para celebrar sus nupcias.
Corona de San Eduardo
Pieza creada en el año 1661. Se suele utilizar en la ceremonia de coronación de los reyes de Reino Unido. Isabel II la porta, tal y como se aprecia en la serie, el día de su coronación, 2 de junio de 1953. Está realizada principalmente de oro sólido, posee una altura de 31,5 cms. y pesa casi 2 kilos. Cuenta con piedras preciosas como zafiros y piedras semipreciosas como turmalinas, topacios y amatistas. Está adornada también con una hilera de perlas que decoran las cuatro diademas que conforman la corona. Lleva unos 2.800 diamantes engastados.
La tiara Vladimir y el collar Nizam de Hyderabad
La tiara Vladimir perteneció a la última Romanov que escapó de Rusia, la duquesa Vladimir, esposa del tío del zar. Tras su fallecimiento en 1920 fue adquirida en una subasta por la reina María de Teck (la abuela de Isabel II): reparada en Garrard, se le añadieron quince esmeraldas y un mecanismo para poder cambiar con facilidad estas piedras preciosas por perlas. De María pasó a su nieta Isabel, quién la ha portado en numerosos momentos importantes a lo largo de su reinado.
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