Vestuario de Gambito de dama: vistiendo a la reina
El vestuario en Gambito de dama | La relación entre la televisión y la moda quedó patente con Friends (1994-2004), sobre todo con el personaje de Rachel Green, interpretado por Jennifer Aniston. A la encargada del vestuario, Debra Mcguire, casi 30 años después del estreno de la primera temporada, le siguen preguntando por algún conjunto de la serie. Sexo en Nueva York (1998-2004), Gossip Girl (2007-2012), Downton Abbey (2010-2015), son algunos de los ejemplos en los que la televisión ha sido fuente de inspiración para el vestir en este último siglo.
Este otoño, la plataforma Netflix ha apostado por dos series en las que era fácil prever que su vestuario iba a ser tema de artículos para publicaciones como Vogue o Harpers Bazaar. Con el estreno de la nueva temporada de The Crown (Peter Morgan, 2016-actualidad), el estilo Lady Di regresaba como tendencia gracias a la venta de prendas con cuellos baberos, y con Gambito de dama (Scott Frank, Allan Scott, 2020), el estilo sesentero de corte beatnik se ha instalado en nuestros armarios gracias a los conjuntos que luce el personaje interpretado por Anna Taylor-Joy, Beth Harmon. Pero existe una diferencia entre las series anteriormente mencionadas y estas dos últimas. Como ya ocurrió con Lexi, el personaje interpretado por Anne Hathaway en Modern Love (John Carney, 2019-actualidad), estos dos personajes, Diana Spencer y Beth Harmon, no son precisamente el tipo de mujer popular y exitosa que usan la moda como un pilar fundamental en su vida. Lexi es bipolar, lady Diana sufre la bulimia que padece y Beth Harmon es una outsider con adicciones a los tranquilizantes y al alcohol. Mujeres con problemas serios, que buscan una forma de superarlos a la vez que intentan conocerse a ellas mismas y sacar lo mejor de ellas. Es por esto, quizá, que el público se sienta más identificado con ellas que con Carrie Bradshaw, el personaje interpretado por Sarah Jessica Parker en Sexo en Nueva York.
Tantos episodios como casillas
En Gambito de dama nada es producto del azar, incluso el número de episodios. La miniserie cuenta con siete capítulos, que son el número de casillas que ocupa un peón desde su posición inicial hasta que logra convertirse en reina. Exactamente igual que Beth, que comienza siendo un peón intentando abrirse camino dentro de la partida hasta que logra convertirse en la dama del ajedrez, vestida de blanco en territorio enemigo, Rusia. El vestuario de esta miniserie, a cargo de Gabriele Binder (Berlín, 1961), está lleno de significado, simbología y narrativa.
El espectador conoce por primera vez a Beth en una clara situación de agobio (no sabemos por qué hasta el final de la serie), mientras se enfunda un delicado y femenino vestido verde inspirado en los diseños del recién fallecido Pierre Cardin. Aparentemente sencillo, este traje tiene un significado importante para su protagonista porque conecta directamente con su infancia. Binder quiso utilizar este color como símbolo de la identidad de Beth, ya que su madre, cuando Beth es una niña de unos once años, borda su nombre en un vestido verde del que, una vez llega al orfanato, la directora le obliga a despojarse. Sin embargo, el traje, realizado en crepe, es ligero y el tono es pálido porque, como dice la responsable del vestuario, buscaban “dar la sensación de que ella está un poco fuera de control, que está tomando las decisiones equivocadas”. En el torneo final de la serie, celebrado en Rusia, Beth se siente más cómoda y segura de sí misma. En las primeras rondas del torneo se enfrenta a su oponente con un vestido verde oscuro inspirado en la moda de la boutique londinense Biba, referente de vanguardia para la escena swing inglesa de los años 60.
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El artículo completo de la sección «Estilo&Cine» se encuentra en el nº 204 de la revista FilaSiete.
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