Los desheredados: Crisis

· Los desheredados atrapa nuestro interés tanto por el fon­do como por la forma. Registra momentos que simbo­li­zan la idea principal.

Pere Ferrés es un ciudadano más de los que padece las consecuencias de la crisis económica. Pero no es un per­sonaje anónimo, es el padre de la directora de esta cin­ta y a sus 53 años se enfrenta al cierre de su empresa fa­miliar.

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Los desheredados (2017), de Laura Ferrés, centra su re­lato en la adaptación de Pere a una nueva realidad que le obliga a reubicarse laboralmente, realizando trabajos que le acarrean numerosos problemas, como despedidas de soltero, aunque él intenta mantener su dignidad.

Ferrés inicia su andadura fílmica con A perro flaco (2014). Esta es su segunda obra y llega avalada por el Pre­mio de la Crítica en el último Festival de Cannes. La cineasta asienta su narrativa en el ámbito familiar, fil­mando con sobriedad y elegancia. Y esto lo consigue gra­cias a la valiosa aportación de un equipo técnico mag­nífico.

Destaca la fotografía de Agnes Piqué, en esos tonos te­nues que salpican un relato sombrío que apunta un pre­sente incierto. Trazos ópticos que dibujan una mira­da cristalina y que trasladan instantes que permiten so­ñar con los inicios del séptimo arte, imaginando, a mo­do de sombras chinescas, la magia del cine. La perfec­ta elaboración de los encuadres se imbrica en la cinta y crea una estética muy hermosa que se enriquece con el mon­taje de Diana Toucedo, directora del cortometraje Imá­genes secretas (2013), que reflexiona también sobre la figura paterna y su entorno laboral.

Los desheredados atrapa nuestro interés tanto por el fon­do como por la forma. Registra momentos que simbo­li­zan la idea principal, como la secuencia en la que se en­cadena el perfil del protagonista con los reposacabezas del autocar: identificación con la empresa (realidad).

Otras imágenes remarcan la relación entre naturaleza y hombre: el espacio de libertad (visita al bosque) y el en­torno invadido (aviones ruidosos que percuten sobre el medio natural).

Laura Ferrés firma una pieza que se aleja de cualquier implicación sentimental, lo que potencia su credibilidad. Una película que explora los límites entre reali­dad y ficción y en la que la cineasta catalana concibe su propio relato, que profundiza en la situación de un des­poseído que, ante todo, se aferra a su dignidad.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Agnes Piqué
  • Montaje: Diana Toucedo
  • Música: Joe Crepúsculo, Manos de Topo
  • Sonido: Alejandro Castillo
  • Producción: David Tejedor
  • Intérpretes: Pere Ferrés
  • Duración: 19 min.
  • Público adecuado: +18 años
  • Productora: Valérie Delpierre
  • España, 2017
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