Esfinge urbana: Mirada
· María Lorenzo, cuya obra está marcada por la experimentación, da otra vuelta de tuerca a su propuesta arriesgando todavía más.
Antonio Machado escribía en Proverbios y cantares que “el ojo que tenemos no es ojo porque tú lo veas, es ojo porque él te ve”. Esa sutil reflexión del vate andaluz sirve de introducción a Esfinge urbana (2020), último trabajo de María Lorenzo Hernández, una de las más destacadas artistas en el género de la animación de nuestro país.
La pieza es un tributo a todos los autores urbanos que con su imaginación y creatividad hacen de Valencia una ciudad más humanizada. En esta ocasión, no hay dibujo, aunque la cineasta alicantina se apoya en 1.200 fotografías de grafitis tomadas por ella misma y en otros elementos del espacio urbano: arte efímero que conecta con la sociedad del momento. Los retratos cobran vida y la mirada adquiere protagonismo absoluto, el público contempla y recibe al mismo tiempo la mirada desafiante y también cómplice de esas instantáneas.
María Lorenzo, cuya obra está marcada por la experimentación, da otra vuelta de tuerca a su propuesta arriesgando todavía más. Esfinge urbana es hipnótica y se desarrolla en una sucesión vertiginosa de imágenes, en alguna de las cuales adivinamos el homenaje al nacimiento del séptimo arte, como ya hiciera en otra de sus joyas, Impromptu (2017).
Está producida por Enrique Millán y por el grupo de animación de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), y cuenta con colaboraciones muy notorias, como la de Silvia Carpizo en la fotografía y la de Marta Gil en animación y, además, con la música de Gabriel de Paco, alias «Maktub«, que aviva la energía que desprende esta excelente película.
María humaniza las plazas y rincones de la metrópoli en una brillante exposición audiovisual de rostros y figuras que comparten espacios públicos. La magia del cine consigue a través de la animación de esas creaciones que la ciudad esté más cerca de cada uno de nosotros, permite que nos reconozcamos en ese asfalto que marca nuestro trayecto de vida diario. Y es que, regresando al poeta andaluz: “caminante no hay camino, se hace camino al andar”, y el camino de María Lorenzo Hernández está adornado por la excelencia.
Ficha Técnica
- Dirección: María Lorenzo Hernández,
- Guion: María Lorenzo Hernández,
- Fotografía: Silvia Carpizo
- Supervisión animación: Marta Gil
- Música: Gabriel de Paco («Maktub»)
- Animaciones: Alberto Sanz
- Producción: Enrique Millán
- Producción asociada: Grupo Animación UPV
- Duración: 5 min.
- Público adecuado: +7 años
- España, 2020