A scanner darkly (Una mirada a la oscuridad)

A scanner darkly (Una mirada a la oscuridad) es una de las novelas de Philip K. Dick más vendidas en Estados Unidos y una de las más siniestras, porque es parcialmente autobiográfica: el escritor norteamericano pasó una buena parte de su vida enganchado a drogas alucinógenas. En esta ocasión habla de un futuro próximo donde la lucha estatal contra las drogas se ha saldado con un rotundo fracaso; las drogas y el terrorismo se dan la mano, y la policía lo llena todo con su presencia y vigilancia constante. Sólo queda un refugio, la intimidad de los pensamientos que las drogas destruyen. La película se centra en Bob Arctor, un policía secreto, que se ve obligado a vigilar a sus amigos y se ve embarcado en un viaje alucinado.

Película especial por su estética más que por su contenido, ha sido rodada con actores de carne y hueso y luego retrabajada mediante un complicado proceso de animación para convertirla en una novela gráfica, proceso que ya utilizó este director en la soporífera película Waking life. El resultado actual es superior a aquel, pero aún así ver A scanner darkly supone una prueba para el espectador y plantea la cuestión del por qué esta realización. La novedad estética resulta atrayente durante un tiempo limitado, después resulta cansina. Sólo funciona por momentos, destacando los puntos débiles del guión.

A pesar de que la cinta también tiene grandes aciertos, en particular su brillante desenlace, no pasa de ser una interesante curiosidad, poco atractiva para un gran público.

• «A Scanner darkly»: reconstruyendo a Phillip K. Dick