Ad Astra

Película apasionante y espesa, con un Pitt inmenso, en la que Gray es lo suficientemente hábil para ofrecer un buen espectáculo que se disfruta más y mejor en una pantalla grande

Ad Astra (James Gray, 2019)
· Ad Astra | Si la presencia de Conrad es evidente, no lo es menos la de Lem y Asimov, la del El héroe de las mil caras, el libro de Joseph Campbell que Gray cita expresamente como inspirador de la película.

Ad Astra | Viaje interior

James Gray (La noche es nuestra, Two Lovers, El sueño de Ellis, Z, la ciudad perdida) es un director de viajes interiores, de personajes rotos que buscan recomponerse. Como es bien sabido (lo recordará McKee, que viene a Madrid a dar unos seminarios de guion), los conflictos internos suelen ser los que más interesan a los buenos guionistas y directores. Para desarrollarlos hay que cuidar los conflictos de acción y los de relación. Gray logra una película muy notable en la que, igual que en Gravity, no se tematiza el viaje espacial per se sino más bien el viaje interior que permite restañar una herida abierta. Aunque bastantes espectadores lo apreciarán al revés y no pasa nada; o mejor escrito, pasa que esa es la grandeza del arte cinematográfico, que permite diálogos (pensamientos, sensaciones, emociones) diversos entre el espectador y la película.

Con un Pitt inmenso (no es nueva su condición de gran actor, quizás sea menos reconocida su inteligencia como productor), Gray sigue fiel a su estilo parsimonioso, que logra transmitir que vivir cansa y que, a la vez, vivir es apasionante aunque existan muchas rutinas, lógicas en seres hechos de materia y de espíritu, que lidian con un entorno que les obliga a adentrarse en la selva, a jugarse la vida ante lo desconocido.

Es sensacional la manera en que se plantea el ansia irrefrenable de ir más allá, compendiado en el Ad Astra del magnífico título. Si la presencia de Conrad es evidente, no lo es menos la de Lem y Asimov, la del El héroe de las mil caras, el libro de Joseph Campbell que Gray cita expresamente como inspirador de la película. Porque no se trata solo de la soledad y el demonio devorador del orgullo, de la soberbia que ciega y pisa las cabezas de quien se ponga por delante, sino de una tecnología desalmada que hacen hombres que usan la palabra progreso de un modo que causa escalofríos, porque con la etiqueta de progreso hacen atrocidades que causan estragos colosales.






De eso y de más cosas va está película apasionante, hermosa, espesa, en la que Gray es lo suficientemente hábil para ofrecer un buen espectáculo que se disfruta más y mejor en una pantalla grande y mantener su condición de autor con unas señas de identidad (temática, tratamiento, dirección de actores, puesta en escena, planificación, sonido, música) perfectamente reconocibles. La fotografía de Van Hoytema (Interstellar, Dunkerque, Her) es excelente y no lo es menos la música de Richter.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Hoyte van Hoytema
  • Montaje: John Axelrad
  • Música: Max Richter, Lorne Balfe
  • Duración: 122 min.
  • Público adecuado: +16 años
  • Distribuidora: Fox
  • EE.UU., 2019
  • Estreno: 20.9.2019
Suscríbete a la revista FilaSiete

Reseña
s
Profesor universitario de Narrativa Audiovisual, Historia del Cine y Apreciar la belleza. Escritor
Salir de la versión móvil