Agnes Browne

Agnes Browne

Producida por el director -ahora metido a productor- Jim She­ridan (Mi pie izquierdo, En el nombre del padre, The boxer), Ag­nes Browne es una historia que nos lleva por los entresijos de una familia de Ir­landa y su entorno.

Por tanto, se vuelve a filmar en suelo irlandés, en el Dublín de finales de los sesenta, para contar esta historia de Agnes Browne (Anjelica Huston), una humilde mujer que queda viuda y con siete hijos pequeños y adolescentes. Sin dinero para el funeral de su marido, se ve abocada a pedir prestado a un ditero. A pesar de las dificultades, junto a Marion Monks (Marion O´Dwyer), su gran amiga y compañera en la venta de frutas, sigue adelante para poder llegar a cada fin de mes, educar a sus hijos y mirar con ojos optimistas el transcurrir de la vida.

A ratos tragicómica (humor inglés, por supuesto) y con música sentimental irladensa, estamos ante una historia rebosante de realidad, llena de tonos costumbristas y engrandecida con las interpretaciones de las dos actrices principales, que transmiten con una naturalidad pasmosa las vicisitudes de sus personajes: dos mujeres rudas, vigorosas y de una pieza, unidas para salir adelante.

Anjelica Huston demuestra que lleva el cine por sus venas y dirige con maestría esta obra sensible y entrañable. Con Agnes Browne tenemos un ejemplo más de cine social -tan prolijo en estos últimos tiempos-, de vida cotidiana, de alegrías y pesares de la gente normal, de almas ocultas que bregan día a día. Tienen sitio aquí la amistad y el amor, la familia, la buena vecindad, Ir­lan­da y Tom Jones -éste último quizás introducido con calzador-. El cantante hace de sí mismo y aporta un tono mágico, qui­zás innecesario, pero que no quita fuerza a esta interesante historia de Brendan O´Ca­rroll, basada en su novela The Mammy.