Al filo del mañana

Al filo del mañana: Bucle con B grandota

Adaptación de la novela de un japonés, cuyo nombre me aprenderé para correr en dirección contraria al oirlo o leerlo

Basada en la novela “All you need is kill” de Hiroshi Sakurazaka, esta película de Doug Liman (director del primer Bourne, Sr y Sra Smith y Caza a la espía) pone en práctica el conocido concepto del videojuego: game over, try again. Se trata de echar unas partidas para intentar que el muñeco llegue al punto de destino sorteando bichos asesinos y sargentos gritones.

El ejercicio me resulta agotador, porque no hay -es imposible que pueda haberlo- algo que llamamos tensión, suspense, interés. Todo es tan absurdo, soso y desganado que cuando llevas 30 minutos consideras un milagro que la película alcance los 90. Si esto es renovar las historias de ciencia ficción, que paren que me bajo. O mejor, me monto en el tren de Snowpiercer, que puede chirriar, pero avanza.

Al filo del mañana (un día de la Marmota en versión Cacharrrera-Militroncha-Alienígena-Paneuropea-Apocalíptica) llega a los 113 minutos, que van cayendo gracias a las repeticiones de la jugada, con una forma de paso que se supone es la gran baza de la película: las caritas de guasón gamberrete de Tom Cruise (siempre me ha parecido un buen actor, pero igual va siendo hora de que empiece a pensar que lo de clonar personajes saltarines y corretones en misiones imposibles ya ha dado todo lo que podía dar de sí) a una Emily Blunt guerrera a la que dan enormes ganas de pasarle un bocadillo de tortilla, porque se quedó cadavérica.

Yo no soy mucho de videojuegos, pero supongo que la cosa debe tener el interés de que, a más pericia de los pulgares y meninges del jugador, más puntos y más disfrute.

Aquí, el jugador no tiene botones en la butaca, es solo un espectador que vuelve una y otra vez a la pantalla.

Botones, butaca; butaca con botones … glup… me acabo de dar cuenta de que le he dado una idea a Liman, o peor, al japonés de la novela. O a los dos y a sus productores…

Retiro todo lo dicho.

Bucle. Vuelvo a empezar…