Algunos días en septiembre

Algunos días en septiembre: Espías y agentes secretos

Los atentados del 11-S le sirven al argentino Santiago Amigorena como telón de fondo de su ópera prima Algunos días en septiembre, coproducción italo-franco-portuguesa. El hasta la fecha guionista de películas francesas como Ni a favor ni en contra sino todo lo contrario, de Cédric Klapisch (2003), o Tokyo eyes, de Jean-Pierre Limosin (1998), se sitúa detrás de la cámara para contar la historia de una agente del Servicio Secreto que deberá buscar a los dos hijos de su ex-compañero, Elliot, para que se reúnan con él.

A través de la difícil relación que se establece entre la hija francesa del espía y el hijo adoptivo norteamericano, se examina la tensión y enfrentamiento de ambos países y se exponen las heridas, forzando los engranajes hasta conseguir un idilio insostenible. Con la amenaza siempre presente pero nunca mencionada del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, Amigorena desarrolla una historia lenta y cadenciosa, en determinados momentos paralizada hasta el exceso, que sólo consigue sostenerse gracias a la excelente interpretación de Juliette Binoche y a la no menos interesante actuación del camaleónico John Turturro.

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Los anhelos estéticos del cineasta se convierten en metáfora a través del punto de vista de Irène (Binoche) que ve el mundo desenfocado cuando se quita las gafas, en directa conexión con la neblina que cubre todo lo relacionado con Elliot -un siempre ausente y fugaz Nick Nolte a lo largo de todo el metraje-.

El lento transcurso de los acontecimientos y algunos de los diálogos filtran un cierto tono de pedantería, que sin ser ofensivo, queda vigente. Con todo, determinadas opciones estéticas como las relativas al tiroteo final con ausencia de sonido y la casi exclusiva iluminación con fogonazos, así como el progresivo oscurecimiento del cielo a medida que se aproxima la fecha fatídica y el cerco que se cierne sobre los personajes, no dejan de manifestar cierto interés y acierto; aunque no nos cabe duda de que sin la presencia de un casting tan dispar como ajustado, Algunos días en septiembre habría quedado completamente deslavazada.