Aliento

Ki-duk presenta un planteamiento muy bueno, muy poderoso, pero la trama es bastante mala, por no hablar de un desenlace sencillamente ridículo

Aliento (2007)

Aliento: Desaliento

Incluso en sus películas de menos calidad, la relevante potencia audiovisual de Kim Ki-duk (El arco, Hierro 3) siempre está presente. Aliento es una de ellas. Comienza de forma poderosa (una planificación soberbia, una inteligente administración del silencio, un casting y unas interpretaciones seductoras), presagiando una obra de gran nivel, pero se viene abajo por la mediocridad de un libreto que cede muy pronto al tópico insustancial y al apaño maniobrero, al esteticismo hueco.

Siento tener que ser así de inflexible, pero la antropología de mercadillo de esta película del luctuoso Ki-duk -y de otros muchos dramas de estos años- llega a ser insultante. ¿Me viene bien un niño?: marchando niño atribulado, con uniforme, que impresiona más; ¿un homosexual?: marchando un tierno preso gay en una celda con cuatro reclusos durmiendo unos encima de otros en plan montaña; ¿marido infiel?: tonto hasta decir basta. El papel que se reserva Ki-duk, jefe de la prisión, supera a todos en arbitrariedad.

En Aliento se narra la relación que se establece entre una escultora -casada y con una hija- y un preso -parricida múltiple- que pasa sus últimos días a la espera la ejecución de la pena capital. El planteamiento es muy bueno, muy poderoso, pero la trama es bastante mala, por no hablar de un desenlace sencillamente ridículo. Como casi siempre, Ki-duk ofrece cuarto y mitad de violencia y sexo torturado. La cinta se vio en la sección oficial del último festival de Cannes.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Jong-moo Sung
  • Montaje: Wang Su-an
  • Música: Myeong-jong Kim
  • Duración: 84 min.
  • Público adecuado: +18 años (VX)
  • Distribuidora: Golem
  • Corea del Sur (Soom), 2007
  • Estreno: 4.7.2008
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