Almanya: Bienvenido a Alemania

Almanya: Bienvenido a Alemania | El inmigrante un millón uno

La opera prima de las alemanas de origen turco Yasemin y Nesrin Samdereli es una comedia dramática amable, tierna y divertida, sobre la historia del inmigrante 1.000.001: Hüseyin, un joven turco que en los años 60 fue como gastarbeiter (trabajador invitado) a Alemania con toda su familia, y que ahora, cuarenta y cinco años después, decide comprar una casa en su pueblo natal y llevar a su mujer, hijos y nietos, de vacaciones. La película fue mejor guión y película revelación en los Premios del Cine Alemán.

Los recuerdos de infancia de su directora y de su coguionista se vuelcan en una historia de ficción que reconocería como propia cualquier familia inmigrante oriental, con sus contrastes culturales e intergeneracionales, el temor a lo desconocido, la pena del desarraigo y tantas situaciones cómicas derivadas del contraste entre dos mundos dispares. Viéndola, uno no puede evitar acordarse de Un toque de canela e incluso de El violinista en el tejado, aunque no llegue a la calidad de la primera y al carisma de la segunda.

La historia de la familia es narrada por la nieta mayor, Canan, a su pequeño primo Cenk, durante el viaje de vacaciones a Turquía, y evoluciona en dos tiempos distintos, los años 60 y la actualidad. El diseño de producción es bueno, la fotografía y las imágenes de archivo, también. El problema es que el número de personajes es grande y el exceso de flashbacks resta empatía y puede distanciar de la historia.

Se nota que la película es una excusa para contar recuerdos… y que las hermanas Samdereli han tenido que retocar el guión hasta cincuenta veces. Salvan la situación Canan y los niños, con su imaginación y sus ocurrencias geniales que dan lugar a escenas cómicas bien planteadas y resueltas, como el miedo que despiertan en un pequeño musulmán los crucifijos, la fascinación por la Coca-Cola, los regalos de Navidad, los galimatías verbales a cuenta del alemán…

Es frecuente que los largos tengan problemas en el segundo acto, sin embargo aquí ocurre al revés: cojea en el planteamiento y en el primer acto, pero sabe cerrar las tramas y terminar, de manera hasta cierto punto previsible y tramposilla, pero eficaz, con suavidad y un punto de emoción.

▲ Las actuaciones de los niños.
▼ El recurso al flashback lastra el guión.