Ambulance: Plan de huida

Ambulance: Plan de huida | Producto Bay 100%

· Crítica de Ambulance: Plan de huida | Estreno 13 de abril de 2022.
· Técnicamente la película es un lujo, y lo más destacable es el montaje que combina múltiples cámaras por tierra, mar y aire, a diferentes velocidades.

Will Sharp es un buen hombre, pero está desesperado por conseguir el dinero necesario para pagar el tratamiento de cáncer de su mujer. Finalmente acude a su hermano -un célebre delincuente-, quien le ofrece mucho más de lo que necesita: ocho millones de dólares. Solo tiene que ayudarle unas horas esa misma mañana, a robar un banco. Fácil y sin complicaciones. Por supuesto, todo saldrá mal y los hermanos saldrán del banco, en ambulancia, con un agente herido.

Ambulance: Plan de huida es el remake de una película danesa del año 2005, con algunas diferencias. En la original los hermanos necesitan el dinero para pagar las facturas médicas de su madre, en la ambulancia el enfermo no es un policía, y la versión danesa duraba 80 minutos en lugar de 135. La principal diferencia, lógicamente, es que la nueva versión está dirigida por Michael Bay (Transformers, 13 horas).

No se contrata a Bay para contar un drama social, sino para hacer un festival de fuegos artificiales. Por eso, a todos los aficionados al tiro al director/a la película, no hace ninguna falta ponerle/los a caldo. La película es un producto Bay: hay buenos muy buenos y malos muy malos, con pocos matices; se reverencia la placa policial; la acción es una montaña rusa inacabable, bien rodada, y con muy pocas sorpresas; hay algún momento de humor. La película es larga, pero no se nota. Simplemente hay que aceptar que no es una cinta que haya que tomarse en serio, y disfrutar del espectáculo.

A nivel argumental, el guionista se ha esforzado en abocetar algunas tramas. Will es bueno y su mujer tiene un cáncer, su sombra planea sobre la acción. El policía herido puede morir y nadie quiere eso. En la ambulancia está Cam, una intrépida sanitaria capaz de lograr el milagro, y a Cam nos la presentan como mujer joven y competente, pero cínica y endurecida, que tiene su historia. Finalmente, la policía de Los Angeles y el FBI hacen su previsible alarde técnico y derroche de estupidez.

Técnicamente la película es un lujo, y lo más destacable es el montaje que combina múltiples cámaras por tierra, mar y aire, a diferentes velocidades. A Bay le gusta hacer una panorámica vertical apoyada en un rascacielos, invertir y lanzarse en picado hacia el suelo, estabilizarse y a toda velocidad acercarse a unos coches de policía que se ven en la lejanía.

A nivel actoral hay poco que decir, Jake Gyllenhaal interpreta a Danny, el hermano ladrón, sobreactuado, pero en esta película es adecuado; su hermano Will es Yahya Abdul-Mateen II, que se limita a conducir la ambulancia; y Eiza González es una muy convincente Cam; probablemente la única persona del rodaje que se tomó su papel en serio.

Un perfecto ejemplo de película palomitera, si te gusta el cine de explosiones.