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América, una historia muy portuguesa

El portugués Joao Nuno Pinto dirige un drama oscuro, sórdido y desesperanzado que refleja el mundo de miseria que muchas veces rodea a los inmigrantes que buscan un futuro mejor lejos de sus países

América, una historia muy portuguesa, de João Nuno Pinto 

América, una historia muy portuguesa: Miseria y parálisis

America, una historia muy portuguesa | El portugués Joao Nuno Pinto ganó el premio al mejor director en el Festival de Cine Iberoaméricano de Huelva por este sórdido retrato de la miseria.

Lisa es una joven rusa casada con Víctor, un portugués que, para salir de la miseria, decide montar -en su propia casa y apoyado por su ex mujer- un negocio ilegal de documentos para inmigrantes. Lisa se opone a los negocios de su marido mientras empieza a sentirse atraída por un inmigrante ucraniano.

El portugués Joao Nuno Pinto dirige un drama oscuro, sórdido y desesperanzado que refleja el mundo de miseria que muchas veces rodea a los inmigrantes que buscan un futuro mejor lejos de sus países. Ni la historia, ni los personajes son originales, aunque hay que reconocerle a Nuno Pinto que consigue -con un tempo lento y un tono opresivo- trasladar al espectador algo muy parecido a la desazón que sufren los protagonistas de la película.


El realizador portugués se apoya también en una estudiada puesta en escena  -cuidada hasta el detalle, todo es feo y paupérrimo- para efectuar una lúcida denuncia: una barcaza destroza el tejado de una casa y la familia sigue viviendo adaptándose al destrozo. Hay pobreza, pero también dejadez, acostumbramiento, resignación, poco espíritu de lucha y aventura, escaso carácter y nula moral.

A pesar de estos logros y de las buenas intenciones, que siempre se presuponen en un cine social de denuncia, la película tiene algunos problemas. Por una parte,  es difícil que el espectador consiga conectar con unos personajes tan grises, un entorno tan ruinoso y una historia muy negra que no le da ni un respiro. Por otro, el final se alarga innecesariamente y la última media hora es absolutamente prescindible.

Y se me olvidaba, en medio de unas correctas interpretaciones, chirría  la sobreactuación de una intérprete, tan solvente en otras ocasiones, como María Barranco. Es tan exagerada, histriónica y fuera de lugar su actuación que me pasé media película dudando que fuera ella.

Ficha Técnica

  • Carlos Lopes
  • Luca Alverdi
  • Mikel Salas
  • Karma Films
  • 111 minutos
  • Mayores de 18 (sexo, temática)
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