Amerrika

Amerrika: La hermana pequeña de The visitor

Muna (convincente Nisreen Faour) pasa todos los días por la tortura de tener que atravesar los puntos de control de Cisjordania para trabajar y poder darle una educación adecuada a Fadi (Melkar Muallem), su hijo adolescente. Su situación parece cambiar cuando obtiene un permiso de trabajo y residencia para Estados Unidos. Así, madre e hijo dejan Palestina en busca de una nueva vida en una pequeña ciudad de Illinois. La hermana de Muna, su marido y sus tres hijas, instalan a los recién llegados en su casa. Allí tendrán que esforzarse por encajar en una nueva cultura sin perder la propia, enfrentándose a un entorno que, tras la invasión de Irak, mira con recelo a todo Oriente Medio.

El argumento de Amerrika parece terreno muy propicio para caer en el maniqueísmo y el sentimentalismo fácil. Cherien Dabis, que escribe y dirige la cinta, no logra esquivarlos del todo, sin embargo se las arregla para que el armazón que realmente sustenta al filme, la defensa del valor universal de la familia y del hogar, reluzca por encima de esos defectos. Su más directa referencia estilística es The visitor. No en vano, la estupenda Hiam Abbass, que interpreta a la hermana de Muna, ya aparecía en éste filme.

En ese sentido, Dabis tiene claro que a través de personajes bien construidos y la introducción adecuada de contrapuntos, se puede ser político sin comprometer el valor intrínseco del filme. Las situaciones que plantea son bastante previsibles, pero vistas a la luz de la interacción que tienen los protagonistas con un elenco muy medido de secundarios, resultan interesantes y, sobre todo, muy auténticas. Lo único que, puestos a hacer comparaciones con The visitor, Amerrika no cuenta con los excepcionales puntos de giro del filme de Thomas McCarthy, y permanece en un nivel de relevancia social y cinematográfica más básico. En su defensa hay que decir que no pretende ir más allá.

Lo mejor: Personajes bien construidos que resultan muy creíbles.

Lo peor: Los frecuentes coqueteos con el sentimentalismo fácil.