Arlington Road: La incertidumbre de la sospecha
Existen películas de terror gótico, terror galáctico e incluso terror paranormal. Arlington Road se podría inscribir en el terror casero, en el terror de la vida normal; en el miedo no a un ser espectral sino a las personas que te rodean o al señor que te da los buenos días todas las mañanas. Es quizás éste el terror más primario y desasosegante.
En Arlington Road un profesor de historia vive en Washington D.C. en una tranquila urbanización de las afueras. Su vida transcurre sin sobresaltos entre los recuerdos de su esposa fallecida; comienza entonces a relacionarse con sus vecinos, pero hay algo en ellos que resulta sospechoso.
Jeff Bridges (Escenas de un crimen), como el profesor que intenta restaurar su decaída existencia, y Tim Robbins (Mystic River) como su inquietante vecino, se enfrentan en un duelo de altura, en una historia perturbadora llena de trampas y engaños. El director Mark Pellington imprime una impecable factura, de ritmo visual ágil y de un final tan demoledor que si su vecino se atreve a contárselo, comience a sospechar de él.
En el apartado técnico, cabe reseñar la música de Angelo Badalamenti, aunque en algunas escenas roce lo excesivo.
Ficha Técnica
- Dirección: Mark Pellington,
- Guion: Ehren Kruger,
- Intérpretes: Hope Davis, Jeff Bridges, Tim Robbins, Joan Cusack, Robert Gossett, Spencer Treat Clark,
- País: EE.UU., 1999
- Fotografía: Bobby Bukowski
- Música: Angelo Badalamenti