Asher

Aunque está bien rodada, bien interpretada y pasan cosas, la película es plana, no conmueve, no emociona

Asher: Sicario en retirada

· Si hay que dar una razón para ver Asher, sería exclusivamente la composición de personaje de Ron Perlman, con sus andares desgarbados y su físico imponente.

Asher es un asesino a sueldo en Brooklyn; un hombre mayor, al final de su carrera; un solitario que conoce a una mujer y se plantea cambiar de vida, pero tiene un problema con el último encargo, uno que no había querido aceptar y que cambia las reglas del juego.

Asher es una película que tiene pocos problemas, o muchos, según se mire. Está bien rodada, bien interpretada y pasan cosas. Pero es plana, no conmueve, no emociona. Le falta garra. Se diría que el guionista ha seguido el manual al pie de la letra, pero no ha aportado nada a esta historia que podría haber dado mucho más de sí.


Ahora bien, si hay que dar una razón para verla sería exclusivamente la composición de personaje de Ron Perlman (El libro de la vida), con sus andares desgarbados y su físico imponente.

Sinopsis: Asher es un antiguo miembro del Mossad que se ha convertido en asesino a sueldo, viviendo de manera austera en un Brookyn en perpetua transformación. Llegando al final de su carrera y quizá de su vida, Asher rompe una promesa que hizo de joven cuando conoce a Sophie en un trabajito que se tuerce. Para convertirse en el hombre que desea ser, no le quedará más remedio que matar al hombre que fue.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Denis Crossan
  • Montaje: István Király, Tomi Szabo
  • Música: Simon Boswell
  • Duración: 105 min.
  • Público adecuado: +16 años (V)
  • Distribuidora: A Contracorriente
  • EE.UU., 2018
  • Estreno: 5.4.2019
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Reseña
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Historiador y filólogo. Miembro del Círculo de Escritores Cinematográficos. Ha estudiado las relaciones entre cine y literatura. Es autor de “Introducción a Shakespeare a través del cine” y coautor de una decena de libros sobre cine.
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