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Barcelona, noche de verano

Una correcta opera prima que es, además, un experimento de nuevos modelos de distribución audiovisual

Barcelona, noche de verano

Barcelona, noche de verano: Nostálgica y sentimental, catalana hasta la médula

Barcelona, noche de verano | Una correcta opera prima que es, además, un experimento de nuevos modelos de distribución audiovisual 

Barcelona, noche de verano es más una aventura audiovisual que una película. Los primeros minutos del metraje se dedican a explicar a través de un divertido comic el proceso de producción y difusión de la cinta que, simplificando, se resumen en dos: tenemos poco dinero y un proyecto pequeño que pocos van a querer comprar…y menos en tiempos de crisis.

Una historia menuda, o mejor dicho, seis historias de amor que tienen como escenario la noche del 18 de agosto de 2012 donde, por el cielo de Barcelona, se cruzó el cometa Rose. La anécdota es mínima, la localización máxima. Es una historia rodada en catalán, en Barcelona, por un director catalán –Dani de la Orden– y con actores –en su mayoría- catalanes y, sin embargo, por los temas que aborda y porque, sin duda, Barcelona es una ciudad cosmopolita, puede interesar a un público variado, adulto-joven y urbanita… pero empezando siempre por Barcelona… que ésta es la gracia de la película.

Antes de su estreno general en salas, la película ha hecho una gira y se ha proyectado en algunas ciudades catalanas, donde ha asistido el equipo técnico, han estado presentes los actores o se ha organizado un concierto de Joan Dausá (que además de actuar, interpreta en la película un par de temas bellísimos). La sala de cine era la excusa para encontrarse, para debatir, conocer, escuchar…y para ver –finalmente- la película. Una película convertida en evento. Un evento que lleva “sonando” semanas en las redes sociales, que ya ha tenido un público, su público más cercano, que se estrena en salas y que, en un par de semanas, se estrenará también en la plataforma digital Filmin.

Una nueva fórmula de distribución en un mercado consciente de que, en un mundo de consumo masivo audiovisual muchas veces ilegal, a las películas hay que cuidarlas, mimarlas, enseñarlas, acompañarlas y acercarlas al público. Detrás de esta nueva fórmula –que recuerda, en su promoción, a Carmina o revienta o El mundo es nuestro– está la mano de El Terrat y, dando la cara –y valor al producto- un llamativo plantel de jóvenes actores catalanes.

¿La película? Como cualquier opera prima, titubeante en muchos momentos, como cualquier historia episódica, irregular. La historia de la reunión de amigos y la amiga lesbiana es aburrida; la del romance gay, floja, lacrimógena y ultrapolíticamente correcta; las protagonizadas por Claudia Vega y Mar del Hoyo están bien escritas y tienen momentos inspirados… y destaca la interpretada por Bárbara Santa-Cruz, que es probablemente la de mayor contenido, en una cinta evanescente que, como el cometa sobrevuela temas de gran interés, sin llegar a centrarse en ninguno.

El tono también es etéreo, nostálgico y sentimental… y no le va nada mal a la historia, catalana hasta la médula. Como tampoco le va nada mal a la película, la naturalidad con la que casi todos los actores abordan sus papeles. La fotografía y la música son bellísimas.

Ficha Técnica

  • Fotografía: Ricard Canyellas
  • Montaje: Elena Ruiz, Alberto Gutiérrez
  • Música: Joan Dausà
  • Duración: 90 min.
  • Distribuidora: Splendor
  • Público apropiado: +16 años (S)

Barcelona, nit d’estiu, España, 2013. Estreno: 6/9/2013

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