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Bichos. Una aventura en miniatura

La calidad de la animación 3D es tanta que consigue crear un mundo visual aparte, un universo propio verosímil.

Bichos. Una aventura en miniatura

Bichos. Una aventura en miniatura

Bichos. Una aventura en miniatura | Una comunidad de hormigas vive oprimida por un grupo de saltamontes que las obligan a un tributo anual de alimentos. Justo antes de la entrega, un desgraciado accidente hará que se pierda todo lo recogido; el suceso pondrá en peligro la supervivencia del hormiguero.

Así empieza esta fábula de los tiempos modernos. Es evidente el parecido con la famosa historia de «La cigarra y la hormiga». Pero aquí el contenido es más variado, tanto como el reparto de insectos protagonistas, compuesto por moscas, orugas, mariquitas, arañas, pulgas y otros bichos. Cada uno representa a un tipo humano con sus alegrías y frustraciones, su valentía y sus miedos, en situaciones que les ayudarán a salir de sí mismos para ayudar a los demás, superando la mediocridad.

Bichos. Una aventura en miniatura

En el complejo mosaico social que nos presenta la película, aparecen reflejados con acierto las diferentes maneras de pensar según la edad, el importante papel que tienen estas diferencias en el juego social.

Flik -la hormiga ciudadano-, es el gran protagonista, el que encarna el «pensamiento divergente», la mente creativa que busca y encuentra soluciones distintas a los problemas. Movilizará al pueblo para que luche por su libertad. Sin embargo, no hay que confundirse, esta masa está personalizada, compuesta por individuos, es la suma de voluntades, incluida la de sus dirigentes, no una fuerza anónima irracional; en este sentido tiene más de Fuenteovejuna que de El acorazado Potenkim.

Resulta difícil destacar algún aspecto en la parte técnica. La calidad de la animación 3D es tanta que consigue crear un mundo visual aparte, un universo propio verosímil. John Lasseter supera los logros artísticos conseguidos en Toy Story, su anterior largometraje, también generado por ordenador.

Entre tantos ingredientes no podía faltar uno de los más sabrosos: el humor. Impregna todo el relato, con momentos realmente divertidos, manteniéndose hasta llegar a las hilarantes tomas falsas que aparecen en los créditos finales.

Bichos. Una aventura en miniatura ofrece espectáculo y algo más para todos, aunque sin duda la disfrutarán especialmente los peques.

Estreno España: 5 de febrero de 1999

Ficha Técnica

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