Blue Giant

Blue Giant: Manga y jazz

· Crítica de Blue Giant | Estreno 8 de marzo de 2024.
· El director juega con ritmos y colores al compás de la música siguiendo -lo parece- el cine experimental francés de los años treinta y cuarenta.

Blue Giant cuenta el inicio de la carrera profesional de Dai Miyamoto, un joven que descubre el jazz y se empeña en convertirse en el primer saxofonista de jazz del mundo. Practica día y noche, haga sol, llueva o nieve. A los 18 años abandona su hogar y marcha a Tokio, convencido de que en la gran ciudad va a triunfar. Conocerá y conseguirá el apoyo del joven y altivo Yukinori, un gran pianista. Y más adelante se les unirá su amigo Shunji, a quien convence para que aprenda a tocar la batería.

Blue Giant es una estimulante sorpresa en un mundo en el que todo parecía visto y experimentado. El origen de esta película es, no podía ser de otra manera, un manga. La parte clásica es el planteamiento: un adolescente quiere triunfar, persigue su sueño a pesar de errores y contradicciones. La parte novedosa es doble: por un lado muestra tres adolescentes que tienen el mismo sueño, pero con enfoques diferentes. Dai es una fuerza de la naturaleza, Yukinori es académico y cerebral, Shunji es un espontáneo a quien le importa tocar con sus amigos. Pero además, la animación es extraordinaria y consigue atrapar la idea o espíritu de una actuación en directo.

El director juega con ritmos y colores al compás de la música siguiendo -lo parece- el cine experimental francés de los años treinta y cuarenta. Las sesiones de jam y las actuaciones en público son un poema visual y sonoro. Un homenaje al jazz con una fenomenal banda sonora de Hiromi Uehara.

La animación es más que notable. Además, el guion juega -hace un par de guiños al respecto- al cine documental y sorprende con un par de entrevistas que desconciertan y arrancan una sonrisa, en el momento más oportuno.