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Blueberry, la experiencia secreta

Dos grandes errores ha cometido el director, que seguramente no perdonaran los amantes de las aventuras de Blueberry: cambiar el verdadero origen del personaje y alterar sustancialmente su personalidad

Blueberry, la experiencia secreta

Blueberry, la experiencia secreta: Ensaladilla western

Blueberry, la experiencia secreta | Segunda película de Jan Kounen (Dobermann), un holandés formado en la industria del video clip y la publicidad. A sus 64 años ha recuperado su antigua afición por el cómic rescatando al legendario Blueberry. La película es una oportunidad para que los menos aficionados a este arte descubramos el cómic creado en 1963 por Charlier (escritor) y Giraud, alias Moebius (dibujante).

Fue el mismo Giraud quien propuso a Kounen que dirigiese la versión cinematográfica. Y al igual que los últimos cómics que se han llevado a la gran pantalla (Spiderman, Hulk) Kounen ha decidido contar los orígenes del vaquero. Dos grandes errores ha cometido el director, que seguramente no perdonaran los amantes de las aventuras de Blueberry: cambiar el verdadero origen del personaje y alterar sustancialmente su personalidad. En el cómic original, Mike Steve Donovan, que más tarde se hará llamar Blueberry, es un joven rico del sur que en la Guerra de Secesión queda desheredado por luchar contra la esclavitud, y decide viajar por el peligroso Oeste para defender el cumplimiento de la ley.

En la versión fílmica, el director opta por inspirarse en las últimas publicaciones del cómic que firmó Giraud en solitario. En la película, Donovan es un joven desorientado que crece junto a una tribu chaman. Cuando vuelve a su mundo se convierte en el sheriff de una ciudad del oeste americano (localización española). Todo cambia el día en que un asesino, Wally Bloount, aparece en busca de un tesoro indio, convirtiendo la ciudad en un infierno y trayendo con él los antiguos demonios de Donovan. La esencia del cómic original queda por los suelos, Kounen sólo toma su diseño para poder contar lo que realmente le obsesiona, la cultura chaman (el director viajó y convivió con una tribu chaman para realizar un documental).


«A mí el cómic me da igual, era más importante conseguir personajes creíbles para la película», ha declarado el actor Vicent Cassel (Dobermann, El pacto de los lobos) que encarna a Blueberry. El carácter épico, los personajes heroicos, las aventuras… todo queda anulado por la obsesión de crear lo que podemos llamar un Oeste místico, una opción ya vista -y padecida- en la reciente Desapariciones.

En el caótico guión (firmado por tres personas) la trama se dispersa hasta perderse. Tras un comienzo frenético, el desarrollo toma algo más de normalidad, acercándose al western. Las localizaciones son espectaculares y los encuadres están pensadísimos en cada plano. Es una pena que todo quede ensombrecido por un rocambolesco montaje y una mareante planificación. La inclusión en el desenlace de una larguísima secuencia digital -que simula los efectos de una bebida alucinógena- da paso a una absurda secuencia sexual, que pone fin a una película errática que podría haber hecho disfrutar a tantos seguidores de la excelente serie original del cómic.

Ficha Técnica

  •  Fotografía: Tetsou Nagata
  • Montaje: Benedicte Brunet, Joel Jacovella
  • Música: Jean-Jacques Hertz, François Roy
  • País: Francia
  • Distribuidora: Filmax
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